El trabajo de Fernando Reyes es honesto y definido en sus imágenes, juega elegantemente con una poesía experimental en cada uno de sus versos. El poeta además de ser uno de los mayores difusores de cultura, logra un trabajo único, con una voz poética singular característica de este joven mexicano.
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Coordinador de la sección: Guillermo Carballo
Fernando Reyes, estudió la Maestría en Literatura Mexicana, fue becario de la Escuela de Escritores de SOGEM y antologado en Animales distintos, publicó El pez goloso de tu lengua. Recibió la Beca de «Artes por todas partes» en 2004 y 2005.
Armario
deslízale el sostén. Y si protesta
es tiempo de estrecharla.
Acércala a tu boca y en su oído
dile de las palabras que son mutuas.
Vicente Quirarte
Descuelgo del armario una palabra para
ponerme hoy que te voy a ver de nuevo
de nuevo voy vestido porque me puse
la palabra azul esperanzado
y quise combinarla con las rojas ganas
pero los colores no se llevan bien
como que una de ellas pasó de moda
Cada vez es más difícil verse bien con cualquier palabra
la confección debe ser la idónea
el cor-te pre-ci-so
como hechas a la medida
Pobre de aquel que no sabe qué ponerse
qué palabras usar para el trabajo
para la fiesta
para ver a la amada ahora que todo es resplandor
Las palabras me visten y me calzan
le dan forma a mi escuálida figura
colorean mi triste desnudez
me dan tremenda armadura
Y así bien armado voy al encuentro
de pipa y guante
de verbo y sustantivo para
impresionarte con mis nueva galas
En la noche me desharé de cada prenda
te iré desadjetivando
te quitaré poco a poco tus delicados adverbios
tus perfumadas prepocisiones y
te arrancaré una que otra interjección
Y cuando todas las prendas del amor estén regadas
por el piso
entonces
me habré quedado sin palabras
Miel olvido silencio
Pero cuando quiero cantar por nota,
medir las palabras, endulzarlas,
la voz se me encoge, se me regresa,
y no tengo más que estar cansado.
Rubén Bonifaz Nuño
«Se agrieta el labio nace la palabra»
dijo el Pollo o el Tigre o el Cocodrilo
ya no sé
el recuerdo se me anda amelcochando
Sólo sé de ti de nuestras mordeduras
de nuestros encabalgamientos
de cómo suenan la salivas
cómo riman nuestros dientes
e inventan hemistiquios nuestras lenguas
Me has pedido que me deje de rimadas
que no me ande entre las rimas
que sea libre
que ya no me desvele
que ya me venga contigo
Y cuando me acerco para endulzarte el oído
pones un dedo en mis labios
tu lengua anuncia tarros de miel
mis ojos se acuestan en los tuyos y
me quitas la palabra de la boca
Tómala toda
Dame una palabra antigua para ir a Angbala,
la más vieja de todas, la palabra más sabia.
Jaime Jaramillo Escobar
Traqueteada por el uso
ensalivada de sílabas húmedas
arrebatada de espasmos
sucia por irreverente
traída y llevada
lengüeteada a propósito
pero sincera
alivianada
renovada
con ganas de tomarte por asalto
de lamer tu oído
así como quieras
descalificada y adjetivada
de tanta mugre cosa
así
así
te doy mi palabra
Soneto inconclu…
A Lalo Casar
Escribo unas palabras
y al minuto
ya dicen otra cosa
José Emilio Pacheco
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