Alfredo Fressia nos presenta de manera crítica a este joven poeta uruguayo. También podemos leer sus versos.
Martín Barea Mattos, POR HORA POR DÍA POR MES, Estuario Editora, Montevideo, 2008. 127 págs.
LA CIUDAD SIN CENTRO
Alfredo Fressia
Lugares de pasaje, donde sólo se detienen los coches, pero donde los seres humanos (como muchos contenidos poéticos) están literalmente “de paso” y efímeramente —“por hora, por día, por mes”, para ser exacto—, los estacionamientos comparecen en el mismo título de este más reciente libro de Martín Barea Mattos (Montevideo, 1978) y constituirán el tema, urbano, que dará unidad a los 90 generosos poemas que componen el conjunto.
Por cierto, hubo un tiempo, no muy lejano, en que el lugar urbano por excelencia era la plaza, el eje de la polis y su epicentro social. Y la estética urbana que podía surgir de la polis no aceptaba la prisa, la condición de lugar subalterno, desnudo de ornamentos, cambiante según las horas o los días, de identidad siempre dudosa. Aun el cisne de Baudelaire, aquel ya manchado por el barro de las obras urbanas, corría todavía entre los escombros de una ciudad que crecía. Hoy esa Ciudad quedó detenida, como en la Montevideo de estos poemas, y de la urbe de proyectos y prosperidad sólo quedan parkings y campos baldíos.
Barea Mattos sabe que al poeta le toca crear su camino dentro de esa nueva Ciudad, especie de periferia gigante, sin centro y sin bordes. El idioma ya no podrá ser reductible a las paráfrasis sintácticas, ni podrá apostar a las ya agotadas vanguardias. Más bien, deberá reinventarse a cada poema, y su “valor” será relativo, como en los estacionamientos que anuncian el “por hora, por día, por mes” que aquí se vuelve título, señal inequívoca para la lectura. De ahí proviene esa paradójica vitalidad que existe en la poesía de Barea, una estética vitalista (“Lirio de lirio”) donde muchas veces las paronomasias buscan y encuentran un sentido como un golpe de dados: “Adoptado o adaptado/ da igual/ que nadie se entere quién es tu padre o madre/ hay un sistema que registra la diferencia/ no te asustes entre la familia y la infamia/ el círculo de sillas/ el turno de fregar/ entre la oración y la ración hay un padre/ tu vejez será igual/ si recuerdas las diferencia// será igual”. En semejante estética el hombre “parece muñeco de acción” y el sentido puede construirse por los varios usos de una palabra (“Cordón umbilical/ cordón/ de los zapatos/ de la vereda/ cordón policial”) para acabar, en ese mismo texto, en la libertad perdida (“ella parió libertad/ y la atraparon”).
Un poema pude componerse sobre pronombres (“Él/ nos mira a los dos/ él/ el tercero en discordia”) que pueden llenarse con los contenidos que el lector decida o esté dispuesto a dar. También puede negarse a llenar de sentido esos pronombres y, entonces, se puede perder “el rumbo/ de la conversación”, porque Barea sabe que la construcción del sentido convive siempre en poesía con la destrucción del sentido. Y a este poema del posible rumbo perdido o anulado le sigue –“significativamente”, ya que el orden de un poemario es sabidamente un sentido construido- el que comienza con esta aseveración vasta: “El siglo veinte ha sido derrumbado con sus equis gemelas”.
Puede ocurrir que un poema se desarrolle sobre la reiterada acumulación de la estructura fundacional del símbolo (metáfora o metonimia), a saber, “esto que es aquello” (“Este trago de agua que es curva y rambla y muro/ y baba entre las rocas/ este vaso con agua que es mesa y sueño y serpiente y sábanas/ que es río mineral océano y esclava(…)”, una especie de acumulación en forma de caracol que acaba justamente nombrándose: “y la espuma y el jabón y la ducha y el vapor/ termina en caracol guardando/ el sonido leído”.
Muchas veces la técnica de Barea se aproxima al collage, la yuxtaposición de menciones que acaban por revelarnos la contracara de un lugar, por ejemplo en ”18 de Julio”, uno de estos poemas donde la Ciudad toma siempre el rostro de Montevideo, o en “1º. de Mayo”, que será seguido por el poema que se inicia con “Que nos den los baldíos”. Y, por oposición a esta arborescencia, también se puede encontrar en el poemario un “Poemas” de un único verso juguetón (“entreverados en la ensalada hojas y hojas de lechuga”), sin duda porque la misión de esta poesía del movimiento y el descubrimiento es sorprender a su lector para seducirlo siempre.
POEMAS DE MARTÍN BAREA MATTOS
ES inquietante saber del espejo ante nuestro pie
naturalmente constituido
de cayos y lacayos
y yoes y yo
ser
la mezcla del futuro hidrocarburo
y otros compuestos orgánicos
donde ahora me encuentro
nativo
en el interior de la roca aguada
en la tierra
en la memoria fósil de las cosas
donde no hay extintos dinosaurios
sino ómnibus y fauces
y mañana un parking
nos dará descanso
combustión particular en nuestro viaje
hacia su definitiva escala
exenta al fin de humana
allí estacional
alma.
AFLUENTE abierto al océano atlántico
montevideo
ese barco huyendo del hambre
ciudad anclada en la garganta de su puerto
esperanza famélica de suerte y alimento
gris barco tizne
cacerola
guerra de sus nietos
hollín blanco y negro
inmigrando por esquinas
construyendo balcones a otro cielo
barco estacionado testimonio tapiado
memoria de parientes europeos
romance de bandoneón y tambor
hijo de doctos candomberos
esclavo de la luz
de la idea
del faro del recuerdo
vaga ebrio
fantaseando con fantasmas
la glorieta de su puerto
prontas las valijas
del vaivén de su abuelo
tendrán noticias mías
lo prometo
au revoir, abschied
arrivederci, goodbye
hasta luego.
EL DÍA nublado nos ha separado
como una pared hojarasca en blanco
y apenas flamea eclipsa una pobre bandera
sin tregua como esta posguerra de sol
el día nublado construye su muro
y abraza ciudades nuevas medievales
con su enredadera virtual nos encierra
no mires afuera no mires afuera
te ofrecen ventanas sin brisa
ni olfato sin tacto ni tregua
la nube es tan alta como la memoria
del hongo del humo de nombres extintos
por las chimeneas de industrias de historia
y el grito de guerra provoca
amores gigantes que gimen
derrotas gemelas
nuestros corazones son como fusibles
fusiles la herencia la tensa mirada
que apunta y dispara
no dudes no hay juicio no hay deuda
tampoco condena si rezas
te doy vida eterna, te doy vida eterna.
LA POESÍA imperante
imagina la muerte
pero
no puede matar
sólo con palabras
cuerpo sin palabra
ya está muerto
piensa
y blanquea cada día cada hoja
y renueva
el dominio interno.
ANTES era hogar
hoy
estacionamiento
antes solar
hoy sombra
lindando pintura y azulejos
al descascare de una adivinanza
de descansos y rutinas
un memorial ignorado se suspende
donde habita el poema.
EN EL parking
por hora por día por mes
la noche sostiene al hombre como un segundero
vigilando la vigilia
del automóvil que tiene miedo
que le roben y amanezca denunciado
por su dueño desde el sueño
su dueño.
SALTAR tras la almohada y cerrar la cama
trancar la luna
colgar la llave en la mandíbula
marcar la clave en la memoria
dejar los ojos activados y el iris
tintineando y revisar las sábanas
o dormir como un crío
o vigilar sombras en la noche
o monitorear cual satélite
la invasión de ensueños.
POR MESES por días por horas
sudando almanaques albañileaban
edificio rutina y familia
el edificio devino en baldío
y el baldío en parking
el parking en un baldío habitado
por neumática flía.
EN LA esquina de mi casa un gran baldío
entre la iglesia y mi casa
el gran baldío del gran éxito
fracaso pequeño
asolando el solar
de la gran obra
el océano es el baldío por donde llegó televisión empeñando
las joyas de mi abuela
saqueos familiares a control
remoto batallón
la tumba
ese baldío clandestino de la patria
del yingle himno y canción
o una casa profanada
de alarma sin patrón.
ESTE trago de agua que es curva y rambla y muro
y baba entre las rocas
este vaso con agua que es mesa y sueño y serpiente y sábana
que es río mineral océano y esclava
que es mi agua mi cuerpo y mi cama
este labio que es lluvia y palabra y paraguas
y baldosa salivada y medias mojadas
y lavarropas
y cuerda y azotea asfaltada
y playa y anzuelo y balde y arena y sirena encallada
y castillo sin siglos
y orilla con niños
y gotas iguales como chinos
y torturas y cambio de siglo
y grande la ola y el destino
y el suicidio y la nada a nado
y la espuma y el jabón y la ducha y el vapor
termina en caracol guardando
el sonido leído.
ÉL
nos mira a los dos
él
el tercero en discordia
él
en silencio
piensa como vos
piensa como yo
piensa en él
él camina
en tres direcciones
y nos da la espalda
él como yo perdió
el rumbo
de la conversación
él como yo
nunca supo
quién eras tú
él conversa con otros
que piensan
como él.
CÓDIGO
Honor
te doy mi palabra
te doy mi poema
te devuelvo el silencio
y la posibilidad
de ser traicionado
me das tu palabra
otro
poema
y el silencio
y no tengo opción
te doy mi palabra
LIRIO DE LIRIO
sumemos la edad
de cada ser humano vivo
para vivenciar que somos más útiles
que los señores que en nombre de dios
suman la edad de los muertos
sumemos la edad de los muertos
en nombre
de cualquier hombre de dios muerto
llamemos a los muertos por su nombre
y al dios
muerto
sumemos su vida
a nuestra única
vida
somos más
que la muerte
de dios.
La (E) resultó economía de lenguaje
la ecuación al sur y norte del ecuador
la edad del edén
la educación en efecto efímera
el ego el eje
ejemplo
el ejercicio
él
elástico
electo
como la electricidad
electrodoméstico
elefante
elegante
elemental
elenco elevado en ascensores
elipse de elite
elogio
ella
emancipada
embarazada como un emblema
embrionaria emergiendo emigrando
emitiendo emociones empíricas
empleando pobres empresas
enamorada
del encéfalo encierro enciclopédico
encuentra
la encrucijada encuadrada
enchufa
su endocardio a la endogamia parásita
al enemigo su energía
enero
enésima enfermedad
enfocado engaño engendra
engloba enhebra enhorabuena
el enigma
enlaza y enloquece
enmascara y enreda
enreja y enriquece
enriquecido enroca la ensalada
ensaya el ensayo de enseres
ensilla el ensueño
entalla el ente
entendido entente de entereza
entero entierro de entidad
entonando entrada y entraña
entrelínea entrenando entresijo
entrevista
entropía enunciando enzimas
epéntesis épica
epicardio
epiceno
epicentro épico
epidemia epidérmica
epígono
epigrama
episodio epistemológico
epíteto
epítome de época
epopeya de la equidad equidistante
equilibrio del equipaje del equipo
equis equivalente de la era
erección ergonómica
erógeno eros erosionado
erótico
erotismo errando
erudita escala escalonada
escándalo escapando a escarapelas
escena y escenario
escepticismo
esclavos de la esclerosis escolarizando escoltas
escollera hacia el escombro
escopetas y escoria
escorzo escrito
y escritorio y escritura
escroto sin escrúpulo
escrutando
mi escudo mi escuela
mi escultura escupida
esfinge esfínter
eslabón espacial
espacio de espada a espalda
especia especial
especialidad de la especie
espectáculo y espectro
espejismo y espejo
esperanza y esperma
espermatozoide espía
espira y espíritu
esplendor de espontánea espuma
esquela
esqueleto y esquema
de mi estadía estallando en estela estereoscópica
esterilizando al esteta
estigma de estilo por estima
por estrella estrenando
estructuras de estudio
éter eterno
etimológico
eufemismo
eureka el evangelio
la evolución sin exactitud de la exacta exageración
examen excarcelable excavando
existencia éxodo expansión
experiencia y explosión
exponente expresivo
éxtasis
de mi extraña y extraordinaria extrapolación
eyacula dios por fin
por fin logré estacionar.