Adolfo Sánchez Vázquez (España, 1915-México, 2011)

adolfo-sanchez-vazquezLa lucidez longeva de Sánchez Vázquez dio perspectivas para pensar muchas cosas, entre ellas por qué el arte y los artistas no son amigos del dogmatismo ideológico. Fabio Avolio, originario de Nápoles y residente en Caracas, se asoma a la Ideas estéticas de Marx, según S. Vázquez. También, unos poemas del filósofo.

Adolfo Sanchez Vázquez (Cádiz, España, 1915-México, 2011)

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Nostalgia

Como río que pierde sus riberas
mi corazón invades. Yo te siento
en cuanto se repliega el pensamiento
hacia sus más recónditas laderas.

Quema tu paso, queman tus hogueras
y la razón se queda sin sustento.
El alma la modela el sentimiento
y se exaltan las viejas primaveras.

¡Oh ciega fuente de melancolías
que se lleva tan sólo nuestro olvido
y nos deja tan sólo la tristeza!

¡Cómo mueres en mí todos los días
y en tu niebla recobra su sentido
la España a la que vuelvo la cabeza!

 

Sentencia

Si el árbol de la sangre se secara
y el corazón, ya seco y sin latido,
fuera polvo total, norte abolido
que nadie en este mundo recordara;

si el alma sin soporte se quedara
y la tierra, materia del olvido,
de muertos se cubriera y lo podrido
en un bosque de heridas germinara;

si el crimen no tuviera más oficio
que escarbar en la tierra desolada
para dejar al mundo su simiente,

la dulce brisa, el leve precipicio
tornaríanse, al fin, en cuchillada
o en abismo mortal para tu frente.

 

Tierra De Dolor

¿En qué región del aire, por qué mares
?oh latitud humana del tormento?
tuvo el crimen tan claro yacimiento
y la muerte más vivos hontanares?
¿En qué bosques las hachas seculares
gozaron de tan largo valimiento?
¿Dónde tuvo el dolor mejor cimiento?
¿Dónde el llanto tan pródigos lagares?
Labrador de la muerte que en mi tierra
sólo con sangre riegas los terrones
y con huesos abonas nuestro suelo.
¿Qué esperas cosechar si nada aterra
a quien sabe encontrar a borbotones,
en el terrón más duro, su consuelo?

 

etica

 

La estética de Adolfo Sánchez Vázquez
Fabio Avolio
Introducción a su tesis de licenciatura

A partir de los años ’60, en el transcurso del proceso de “destanilización”, la estética marxista ha abandonado las posiciones mecanicistas –sociológicas e ideológicas– para reconectar el marxismo a sus orígenes. Los nuevos estetas arrancaron por los presupuestos de un materialismo dialéctico para comprender la complejidad de los fenómenos del arte contemporánea, abandonando aquellas posiciones dogmáticas que bajaban una cortina sobre la comprensión de tales fenómenos.

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Fabio Avolio
La contingencia histórica en la cual la estética marxista vivió este cambio –por un lado, la voluntad de rescatar el marxismo por las deformaciones del estalinismo; por otro, los primeros resultados de la Revolución Cubana (1959), que expresaban la actualidad y la actuabilidad de los principios marxistas– dió un fuerte impulso a su estudio; este proceso llevó la estética marxista a dar explicaciones más profundas acerca de las teorias idealistas e irracionalistas sobre el sentido humano de la actividad artística en general.
Así como lo hace notar José María Quinto, la aparición de Las ideas estéticas de Marx (1965) de Adolfo Sánchez Vázquez no representó solo un aporte a la sistematización de las ideas estéticas marxistas, sino llegó a romper el histórico “tabú” de los intelectuales españoles con el marxismo. “Casi todos – escribe J.M. de Quinto –han venido hurtando el bulto desde antiguo, ignorando deliberadamente o apenas concidiendo atención a tal pensamiento”. En este desierto cabe la figura de Adolfo Sánchez Vázquez, uno de los protagonistas de la diáspora política que había obligado a los intelectuales españoles a esparcerse por el mundo. Perteneciente a la generación que vivió de jóven las experiencias de la guerra civil española (1936-39), el filósofo maduró culturalmente durante el exilio, padeciendo el estatus de exiliado, pero sacando a la vez gran provecho por la condición de libertad en la cual logró desarrollar sus trabajos. Esta situación le permitió cargar sus reflecxiones de una invidiable objetividad y alcance, hasta solicitar reacciones y debates constructivos alrededor de una filosofía –el marxismo– que en el mundo de los intelectuales españoles había quedado al margen de los debates filosóficos.

El presente trabajo se enmarca en la análisis del aporte cultural que los exiliados españoles supieron dar en América Latina, y en particular en México. La elección de analizar las ideas estéticas de Adolfo Sánchez Vázquez nació por la curiosidad para su concepción de la relación entre arte y trabajo, entendidas como esferas de la actividad humana que pueden llevar tanto a la enajenación cuanto al desarrollo de la personalidad. El filósofo orientó su atención a este asunto después de haber leido los escritos del joven Marx, que lo llevaron a mirar al marxismo ya no solo como una teoría capaz de dar explicaciones socio-económicas, sino como una filosofía con una base ontológica, fundada en una concepción del hombre y de la mujer como seres libres y creadores, concepción opuesta a la condición inhumana sumisa y enajenada. La atención del libro de Sánchez Vázquez  es orientada a la interpretación de las ideas estéticas de Marx, seguidas por las consideraciones del filósofo sobre el desarrollo de la producción y del goce artístico en la sociedad capitalista.

Universidad “L’Orientale” de Nápoles (2005)

 

J.María de Quinto, “Las ideas estéticas de Marx”, en Ínsula, num.258. Madrid, Maggio, 1968, pp. 24-30.

Ibidem, p.25.

Ibidem, p.27.