El nadaísta colombiano le habla a su hijo Salvador y abandona por un momento su bandera irreverente para fijar su posición de padre y de ciudadano, de hombre.
Click para ver a pantalla completa
El nadaísta colombiano le habla a su hijo Salvador y abandona por un momento su bandera irreverente para fijar su posición de padre y de ciudadano, de hombre.
Click para ver a pantalla completa
Etiquetasgaceta63