Stephane Chaumet (París,Francia). La incomodidad de Argelia

stephane-chaumetEl argentino Jorge Boccanera, a propósito de la novela «Aun para no vencer», centrada en la guerra de Argelia, entrevista al autor francés y nos ofrece su propia lectura de un tema que aún escuece a la sociedad francesa.

 

 

 

La incomodidad de Argelia

 

Jorge Boccanera

Jorge Boccanera

 

stephane-chaumet
Stephane Chaumet
De paso por Argentina, donde ofreció varias lecturas, el poeta y narrador francés Stéphane Chaumet identifica al erotismo y al tiempo como ejes de su poética y sostiene que su novela "Aun para no vencer", centrada en la guerra de Argelia, aborda "un tema que sigue incomodando a la sociedad francesa".

    Chaumet, que vivió en China, Estados Unidos, Siria y México, y en los últimos años viene recorriendo el territorio latinoamericano, leyó sus textos en el Centro Cultural de la Cooperación, la Alianza Francesa y la librería Eterna Cadencia, además del Teatro del Círculo de Rosario y la Alianza Francesa de Bariloche.

   En diálogo con Télam, el escritor asegura que América latina ocupa un lugar importante en el comienzo de su carrera literaria: "Descubrí la poesía en la adolescencia en la única librería de mi ciudad. Tenía solo tres libros de poesía y me los robé. Uno era de Neruda. Luego descubrí a Vallejo y me interesó esa manera de trabajar la lengua y ponerla en resonancia con el mundo. De Argentina me atrajeron Jorge Luis Borges y Roberto Juarroz".

Respecto a la narrativa, dice que le impactó la narrativa del denominado "boom" editorial de los años 60, 70: "Era, para un lector francés, una manera nueva de ver el mundo. Rescato de ese tiempo autores que me gustaron mucho como Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Horacio Quiroga, Julio Cortázar, Roberto Arlt y Ernesto Sábato".

Entre los libros de poesía que publicó Chalet -nacido en Dunkerque en 1971- se destacan, entre otros: "La mordedura y la piedra", "En la desnudez del tiempo", "Urbanas miniaturas", "Células" y "La travesía de la errancia", éste último traducido al español.

El tiempo y el erotismo funcionan como algunos núcleos de su poética: "Sí, atraviesan mi poesía, sobre todo en los libros `La desnudez del tiempo` y en `La travesía de la errancia`, donde se hace más visible la obsesión por estos temas"; otro tópico podría ser el nomadismo", apunta.

"No tengo otro lugar que la marcha", escribe Chaumet en uno de sus versos, que acepta al camino como refugio, como hogar. Sin embargo no se considera un viajero.

"A los lugares que fui, fui a vivir. Era más bien para mí una errancia. Siempre que estoy en un lugar, de un momento a otro me viene esta pregunta: ¿pero qué estoy haciendo aquí?", indica.

Y agrega: "Mi poesía no es poesía de viaje. Obviamente el lugar donde estoy a veces se refleja en unos poemas, pero sin huella directa. En mi libro `Urbanas miniaturas` hay textos que tienen que ver con ciudades (y gente marginal de esas ciudades) donde viví o que crucé, pero no son nombradas; más que descripciones son sensaciones".

Autor, además, de crónicas -como "El paraíso de los velos"- y de textos de narrativa, tiene en su haber la novela "Aún para no vencer" aparecida en francés y a punto de ser editada en español, cuyo título, explica, está tomado de un verso del gran poeta francés Pierre Reverdy: "Aun para no vencer, hay que ir hasta el final".

El argumento del libro, explica, salió de circunstancias familiares: "Uno de mis tíos que peleó en la guerra de Argelia y a su regreso nunca habló del tema. Después se suicidó. No hay una sola razón a un suicidio, pero creo que lo que vivió en la guerra pesó en esa decisión. En el libro, ese personaje fantasmal que deja una carta en la que habla de una mujer árabe, permite el desarrolla de la historia", relata.

En palabras del escritor, el tema de esa guerra no está digerido del todo por la sociedad francesa: "Quise mostrar cómo algo traumático se puede transmitir por el silencio, de padres a hijos, y cómo el silencio se apoderó de la sociedad. Y cuando se deja en el silencio lo sucio, eso se pudre. Más se oculta un pasado, más se pudre".

"La guerra de Argelia -a la que fueron convocados millones de jóvenes franceses- tuvo consecuencias que persisten hoy en la sociedad. Quise hablar de eso. No digo que esa guerra es aún un tema tabú ahora, ya que hay un trabajo histórico importante, pero respecto a lo literario no hay muchos escritores de mi generación que aborden el hecho".

"Incluso cuando presenté el libro, una parte de la crítica dijo `Otra obra sobre Argelia`… Yo sentí eso como un modo de evitar el tema. Parece que con lo del colaboracionismo con los nazis tenemos nuestra página sucia en la historia, y nadie quiere otra capa con la guerras de Indochina, de Argelia, y los crímenes durante la descolonizacion en África Negra", analiza Chaumet.

"Creo que un libro no se juzga por su tema sino por su escritura, su construcción, pero en los encuentros con los lectores percibí un vacío. Las nuevas generaciones quieren saber más del tema", acota.

Otro punto neurálgico de esa conflagración ocurrida entre 1954 y 1962, fue el uso de la tortura: "De ahí uno de los escándalos de la guerra. Lo paradójico es que algunos de los militares que llegaron a Argelia, eran ex combatientes de la resistencia contra el nazismo durante la segunda guerra mundial, y terminaron siendo torturadores, justificándose tras el argumento de que la lucha era contra el terrorismo", explica el autor.

Hay un cruce de la novela del francés con la Argentina de los `70, ya que fueron ex militares franceses de la guerra de Argelia quienes habían llegado a nuestro país a enseñar su metodología basada en la idea del enemigo interno y el escarmiento a la población civil.

"Para luchar contra la guerrilla urbana, Francia desarrolló una teoría militar: la doctrina de contrainsurgencia; que implementó en la famosa batalla de Argel. Fueron esas técnicas, que tuvieron éxito en su momento, las que sirvieron de modelo para las dictaduras de América", señala.

Sobre su trabajo como traductor, que incluye libros del poeta español Leopoldo Panero, la alemana Hilde Domin y la persa Forough Farrokhzad, Chaumet asegura que está empezando a traducir a dos poetas argentinos, Miguel Angel Bustos -destacado poeta de los años 70 y uno de los desaparecidos de la dictadura militar- y la joven poeta Natalia Litvinova.