La muerte del poeta italiano el año pasado, es el motivo de esta nota de Mara Donat, quien nos hablas de su poesía y de la traducción al español de su obra.
La poesía de Andrea Zanzotto, in Memoriam
Mara Donat
Me despedí de Andrea Zanzotto el día 9 de octubre 2011, antes de su cumpleaños. Fui a visitarlo, como solía hacerlo a menudo desde cuando nos conocimos; ya era de noche pero su linda mujer Marisa me llevó a la casa junto con una amiga y logramos un abrazo. El día 10 el poeta cumplió 90 años. Había llegado a la gran meta. Una semana después, el día 18 de octubre, nos dejó. Lo acompañé en su pasaje, lo que había expresado líricamente en “Pasque”, con mucha conmoción, junto con los familiares y los amigos cercanos, toda la gente que acudió a Pieve di Soligo. Desde entonces para mí han sido meses de silencio, un silencio guardado y profundo, por la amistad que tenía con el poeta y por la poesía que tanto he amado, porque me cambió, me dejó un neto mensaje en la vida y en la palabra desde el principio. Desde mis 25 años la poesía de Zanzotto me dejó una marca especial y conocerlo en persona me permitió interiorizar mucho su palabra poética, porque en este caso hubo una enorme coherencia entre vida y poesía. Zanzotto era una persona humilde, no hacía amistad con todo mundo pero no era nada arrogante, tenía un gran sentido de comunión con las personas simples y auténticas en su ser, vivió toda su vida en el pueblito Pieve de Soligo. En su poesía, junto con el paisaje de los Alpes, encontramos a las personas de una pequeña comunidad a la que el poeta perteneció activamente, relacionándose con ellas. El dialecto habla a través de la voz de esa comunidad en una poesía capaz de poner en juego el lenguaje en todos los registros, en todos los niveles. Asimismo representa todo el paisaje, de los valles y los ríos hasta las cimas y los hielos, el cielo, las estrellas y el cosmos entero con sus movimientos australes. Y encontramos la historia como crítica de la violencia y la poesía como contradiscurso en resistencia. Si al principio puede parecer difícil leer la poesía de Zanzotto, una vez acomodados en la morada de su palabra vertical se nos abre todo horizonte en una totalidad que enriquece nuestro lenguaje, nuestra percepción de la existencia, nuestra conciencia cívica.
Desde 2007 empecé a trabajar en una traducción inversa de los poemas de Andrea Zanzotto. Esta revista, La Otra, me ofreció un lindo espacio para compartir algunos poemas con la comunidad hispanohablante y latinoamericana. Su difusión amplia por la red y por los contactos permitieron que la palabra de Zanzotto llegara a muchas personas, antes de su muerte. Le había traído al Maestro una copia impresa y se había quedado muy contento, en la espera de la edición de la antología que estaba preparando. Pasé por muchos obstáculos. Hice todo lo posible para que saliera pronto, por la edad del Maestro, pero nada se logró. Al final la edición salió con Vaso Roto en 2011, después de la muerte del poeta, ya demasiado tarde para él. Está al cuidado editorial de Giampiero Bucci, quien también completó con varios textos más mi proyecto inicial, aceptado por completo, ya ampliado y revisado. El editor intituló la sección de poesía La muerta tibieza de los bosques. La edición comprende la traducción de la prosa en un segundo volumen bajo el título El (necesario) mentir (trad. de Eduardo Montagner Anguiano y G. Bucci).Zanzotto y yo revisamos juntos las primeras pruebas de mi proyecto en su casa, o sea la traducción integral con excepción de los textos traducidos por Bucci. (1) Decidimos juntos sobre algunas elecciones de palabras y cuando poner notas explicativas. Me acuerdo siempre con ternura también las dos horas por teléfono, en especial un día, resolviendo algunas dificultades, él con su hilo de voz un poco débil ese día, pero firme y claro en las explicaciones de sus citas en latín y griego.
La versión de la poesía por mi parte se cumplió por deseo de mi Maestro, Poeta Andrea Zanzotto. Nos habíamos conocido en un concurso de poesía en mi pueblo natal al noreste de Italia, en 1996. Desde ese entonces creció un especial entendimiento por lo que se refiere a la poesía, la personalidad y la sensibilidad, todos elementos vitales que nos acercaron siempre. Tal vez por eso, Zanzotto me propuso recopilar una antología de su obra poética en México cuando empecé mis estudios de Doctorado en Letras en la UNAM. Ya existía una antología, traducida por Ernesto Hernández Bustos, editada por la Universidad Iberoamericana. No obstante, la recopilación que se propone en la edición de Vaso Roto se extiende hasta 2009 con textos que yo quise incluir desde el principio. También propone numerosos textos no traducidos en la otra antología, con algunas excepciones por tratarse de poemas fundamentales en la obra de Zanzotto y se amplió con el aporte de Bucci.
A través del paisaje, terrestre y cósmico, el lenguaje está en realidad al centro de la poesía de Zanzotto. Se trata de una investigación incesante sobre las raíces primordiales de la palabra, antes de su pronunciación. El lenguaje de Zanzotto está en continua simbiosis con los elementos de la naturaleza que le circunda, los prealpes venetos de su pueblo natal, donde siempre vivió, Pieve di Soligo. No es que del paisaje viene el idioma, sino que, más bien, el paisaje se transforma en lengua, es impregnado por el idioma al mismo tiempo que la lengua asume rasgos físico, biológicos y corporales a partir del paisaje real. La palabra está dentro y fuera del idioma, antes y después del lenguaje.
Desde “Detrás del paisaje” hasta la actual publicación “Conglomerati” el yo poético se impone en el discurso poético pero siempre como parte de un todo que asume rasgos cósmicos, dentro y fuera de la temporalidad, simultáneamente. La palabra es lúdica y corporal según un principio de resistencia integral contra las imposiciones de la Historia oficial, rebasada como balbuceo en esta obra poética. El yo resurge como medio de alteridad, ctonio y astral a la vez. El lenguaje que atraviesa toda esta producción poética es material, intento de un yo comprometido para nombrar libremente el mundo. La palabra nace de un huevo cósmico, desde una oscuridad simbólica, maternal y primigenia, que revoluciona el lenguaje vivido como proceso del yo en continua formación frente a la realidad criticada. La libertad deseada se alcanza en la belleza, esa “Beltà” que siempre expresa este decir poético, con extrema ternura e inocencia.
Quisiera compartir en este espacio algunas notas sobre mi experiencia de la traducción, las que no fueron incluidas en le edición de Vaso Roto.
Tratándose de un lenguaje lúdico, crítico en sentido experimental –pero de manera propositiva–, en la traducción ha sido necesario operar con la misma libertad y creatividad lingüística. Cuando el poeta crea un neologismo o transforma una palabra standard en el original, lo mismo he tratado de hacer en el español, dentro de un proceso fónico y asociativo del lenguaje. El nivel léxical elevado y específico del texto, desde el lenguaje hiperliterario hasta los lenguajes tecnológicos y científicos, requiere de una lectura activa y participe. En ella de repente no es tan importante aferrar el significado en un primer acercamiento, sino más bien gozar del efecto fónico y procesual del lenguaje, que repite en el receptor las intenciones expresivas del poeta a nivel liminar. De esta manera este lenguaje obra una profunda modificación del sentido, solo en un segundo momento alcanzable. Por eso se ha mantenido la complejidad lexical y sintáctica del texto, para obtener el mismo efecto del original en la traducción al español. Asimismo se ha respetado el ritmo, pero no tanto en su carácter silábico, sino más bien en su modulación sincopada, expresión del trauma trasladado al idioma. A veces son necesarias notas explicativas para resolver traiciones innecesarias, palabras que se quedan en lengua original o pertenecientes a un léxico específico. Similarmente, las citas en otros idiomas se han mantenido en la lengua original, como el dialecto, el latín y el francés. Para un estudio profundizado del texto se remite a la obra en italiano editada por Mondadori.
Tratándose de una traducción inversa, o sea de mi idioma maternal al idioma extranjero, fue imprescindible una lectura de revisión por parte de un poeta de lengua española, para una atenta comprobación de los ritmos, de la semántica y la sintaxis. El poeta Edurado Milán se encargó de revisar junto conmigo todo el trabajo, con mucho aprecio, antes de la edición al cuidado de Bucci. A él va mi sentido agradecimiento, que tenía que estar mencionado en el libro y no se publicó. Aprovecho este espacio para hacerlo públicamente, porque es algo merecido y justo. (Lamentablemente no me fue dada la oportunidad de controlar las últimas pruebas de la edición).
Siempre he dirigido un especial y cariñoso agradecimiento a mi Maestro, Poeta Andrea Zanzotto, por la profunda confianza en invitarme a traducir su obra, junto con el gran afecto que desde siempre había caracterizado nuestra Amistad. Ahora queda su palabra, para siempre viva y es mi responsabilidad llevarla al mundo lo más que se pueda. Sin embargo extraño profundamente a su persona. He necesitado meses de silencio antes de poder escribir algo in Memoriam. Porque Andrea Zanzotto fue y es un gran poeta, pero también fue una gran persona, con una sensibilidad humana y pedagógica excepcional, con una humildad desde su altísima inteligencia y su altísimo enciclopédico conocimiento que queda como ejemplo junto con su palabra, contra toda forma de soberbia y arribismo cultural, contra toda forma de violación y violencia, hacia el paisaje, hacia el próximo, hacia la libertad del lenguaje.
“Alto, altro linguaggio, fuori idioma” (Idioma), ¡Hasta siempre Maestro!
1. En la edición publicada por Vaso Roto, se indica sólo en el índice el traductor respectivo de cada texto.