Aída Valdepeña, México, 1976

aida-valdepenaUna muestra de su poesía.

 

 

 

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Aida Valdepeña

COMPAÑÍA
Yo olvido mi soledad
Pero ella no me olvida.
Me guarda una distancia
Pero nunca se aleja.
Doy un paso y camina,
Me detengo
E intuye  silenciosa
A dónde me dirijo
Para seguir andando
Tras de mí
Cuando la necesito.

 

REVERSO
Quiero agarrar del pico a un ave fénix
Y mantenerlo vivo
Hasta que su belleza se nos cuele
Como ceniza blanda.
Agazaparme en la fortaleza
De nuestras pupilas
Hasta que el tiempo avive
Las neuronas dormidas.
Atarme el corazón
Con venas de cordero enfurecido.
Rodear la noche
Cuando aún sea de día.
Medir en pestañeos
Mis mentiras.
Derramar vasos sanguíneos.
Reconocer tu cuerpo
Con mis falanges rotas.
Voltear la noche para vernos dormir.

 

INCERTIDUMBRE
En el mundo debe haber un lugar donde haya arena de colores
                    Pero tengo mis dudas
Un lugar donde el agua corra paralela a la sed
                    Pero tengo mis dudas
Un sitio donde sea obligatorio enlazar las manos
                    Pero tengo mis dudas
Un lugar, un sencillo lugar donde gritar sea obligatorio
                    Pero tengo mis dudas
Un lugar donde se puedan esclarecer todas las dudas
                    Sin duda hay un lugar así, sin duda.

 

LIBRE DE CULPA…
Nadie se encarga de cultivar las piedras.
Nacen y crecen solas
¡qué dichosas!
Se ruedan con el viento o a patadas.
Existen en el mar
O en el desierto,
En los bosques oscuros,
En las selvas profundas
O en la orilla del río…

También en los zapatos.

No las deforma un golpe,
Sólo el viento y los tiempos.
Son resistentes al sol
Y a las tormentas.
También son altaneras.
Te pueden lastimar si te descuidas.
¡Te pueden hacer trizas!
Algunas caprichosas
se vuelven invisibles
Y van de boca en boca.

Las piedras
Son mitades de una fórmula mágica
¿de dónde son?
Quién sabe
¿quién las hizo?
Pues nadie
¿cómo han sobrevivido
sabiendo que son piedras?
¿quién lanzó la primera…

 

NOMBRO LO QUE DESEO
No necesito aire
Para pronunciar aire.
No necesito noche
Para tocar la noche.
Con la palabra paso
También voy caminando.
Al nombrar una estrella
Ya estoy en esa estrella.
Aun estando sola
Unos labios
Me tocan si los pienso.

 

SIBERIA
Quiero decirte, salmón,
que la ciudad se recorre río arriba,
a contracorriente y boca abajo.
Tú piensas que no hay más río que el propio río
y yo quiero decirte, salmón,
que dentro de esta tempestad
hay silencios que saben a agua dulce
y que mis palabras
son sombras de voz a orillas del océano.
Quisiera hablarte salmón
del sabor que el sol le deja al agua
y gobernar las rocas que rozan nuestro vientre.

 

Aída Valdepeña
México D.F. (1976)

Poeta. Realizó estudios de literatura latinoamericana en la Universidad Autónoma del Estado de México. Cursó el Diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores de la SOGEM. Ha leído parte de su obra poética en diversos Congresos Nacionales e Internacionales. Publicada en distintos medios impresos, así como en portales electrónicos de México, Sudamérica y España. Antologada en varias publicaciones de poesía y cuento en México y Sudamérica. Parte de su obra literaria  ha sido comentada en Diarios y Revistas nacionales. Recientementeobtuvo “Mención Honorífica” en el Premio Interamericano de Poesía, Jóvenes Creadores (Sinaloa) donde publicaron su primer poemario: “Universo de Náufragos”