Gaspar Aguilera Díaz, escritor originario de Chihuahua y radicado en Michoacán, nos hace un recuento de las acciones literarias y artísticas de Juan Gelman.
JUAN GELMAN Y SU MILITANCIA AMOROSA
GASPAR AGUILERA DÍAZ
La poesía es un oficio ardiente en el cual uno trabaja
mientras espera que se produzca el milagro del maridaje feliz
de la vivencia, la imaginación y la palabra.
JUAN GELMAN
Este poeta nacido en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930 y desaparecido el pasado 14 de enero del año en curso, que desempeñó diversos oficios como empleado de comercio, camionero, metalúrgico, periodista, traductor, entre otros, a la pregunta sobre cuáles son los temas que obsesionan al poeta afirmó:
Yo no sé si en realidad se escriben muchos libros. Yo supongo que a lo largo
de la vida se escribe uno solo. O más bien, se habla de dos o tres cosas: los
temas que nos preocupan toda la vida. Y digamos que las tres cosas son: la
poesía, el amor y la revolución.
Son obsesiones que se repiten a lo largo de todo el tiempo. Son como una espiral:
son las mismas cosas pero es como si cada vez se ampliaran, se enriquecieran. (1)
Desde su primer libro Violín y otras cuestiones (1956) se observan algunos de sus rasgos esenciales: la poesía gozosa, violenta y sufriente, su apego amoroso y dramático a la realidad de la que se nutre, como bien lo afirmó el poeta cubano Víctor Casaus.
Un claro ejemplo de lo anterior lo encontramos en el poema Epitafio:
Un pájaro vivía en mí. / Una flor viajaba en mi sangre. / Mi corazón era un violín. //
Quise o no quise. Pero a veces/ me quisieron. También a mí/ me alegraban: la primavera,
Las manos juntas, lo feliz. // ¡Digo que el hombre debe serlo! / (aquí yace un pájaro. / Una flor./
Un violín.)
Los elementos de lo cotidiano que se respiran en su poesía van surgiendo de todo lo real maravilloso que se encuentra en la relación de hechos que se viven día con día, como el propio Gelman lo explicó a Mario Benedetti en Los poetas comunicantes, Biblioteca de Marcha, 1972:
A mí me parece que la realidad se da a través de la cotidianeidad; también lo
maravilloso se da a través de lo cotidiano.
En su segundo libro El juego en que andamos (1959). A sus temas comunes se agrega el de la inocencia, la infancia y la esperanza. Y en el poema Los niños pareciera un retrato fiel premonitorio de lo que posteriormente le ocurriera en una situación dramática a su nieta que nace bajo el régimen despiadado y brutal de la dictadura militar argentina durante la Guerra Fría:
Les agradezco estar, amanecer. / Puros, azules, limpios, asomándose detrás de/
la camisa, con la sonrisa puesta, el pájaro en/ su sitio, el asombro en su lugar. /
(…) / ¡Vivan! ¡Vivan los niños y su gran campana, / tocando a muerto, a hombre,
cuando crecen!
Poeta particularmente intenso y sábio en el retrato del amor, del encuentro y del alma femenina como bien lo refleja en el poema Ofelia –de la sección El amante mundial, de su Colera Buey (1965) uno de sus libros más celebrados:
esta ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por
buenos aires
ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
ofelia por tus pechos pasa como un temblor de
caballadas a media noche por Florencia
tus pechos altos duros come il palazzo vecchio
una tarde del verano de 1957
iba yo por Florencia rodeado de tus pechos sin saberlo
otra era igual la delicia la turbación el miedo
Fue uno de los fundadores del grupo de poetas "El pan duro", Secretario de redacción de la importante: Revista Crisis y director además del suplemento cultural de La Opinión y jefe de redacción del diario Noticias.
Por su congruencia ideológica y política tuvo que vivir en el exilio a partir 1975, peregrinando entre Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México, donde decidió radicar definitivamente desde 1988.
De su amplia Bibliografía destacan: Gotán (1962), Los poemas de Sidney West (1969) y Citas y comentarios (1982), Valer la pena (2001), País que fue será (2004), Hoy (2013).
Asimismo, incursionó en el ámbito musical, con la composición de dos óperas: La trampera general y La bicicleta de la muerte, dos cantatas: El gallo cantor y Suertes y la grabación de varios discos.
Recibió a lo largo de su vida, numerosos reconocimientos; entre los que destacan el Premio Nacional de Poesía en 1997, el premio José Lezama Lima, que concede la Casa de las Américas en Cuba, por su antología Pesar todo, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2005 y el Premio de Poesía Iberoamericano Pablo Neruda, además de tener el título de ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires.
En 2007 obtuvo el Premio Cervantes, considerado el galardón más importante de las letras hispánicas, y dos años después la Asociación de Poetas Chinos le otorga el Premio Antílope Tibetano.
En el año 2002 tuve la suerte de conversar y convivir con él en el marco de un Encuentro Internacional de Poetas en Oaxaca, y posteriormente en el 2005, año en que publicó una nueva antología: Oficio ardiente -que reúne poemas escritos en el transcurso de casi cincuenta años y algunos otros inéditos-, el Encuentro de poetas del Mundo Latino en Morelia, estuvo dedicado a su obra, lo que le permitió al público moreliano tener el privilegio de disfrutar de viva voz –como si se escuchara el eco de un bandoneón- al entrañable poeta bonaerense.
Invierno, 2014 / Morelia, Mich
1) Entrevista inédita de Juan Gelman con Víctor Casaus en enero de 1981