Agustín Ramos. Raíz de luz

Agustín Ramos“El encandilamiento del poemario Raíz de luz, de Moisés Ramos (Puebla, 2014, BUA) permanece, resuena en lo esencial y en el sentido de las búsquedas”

 

 

 

Raíz de luz
Agustín Ramos

 

Raíz de luzEl encandilamiento del poemario Raíz de luz, de Moisés Ramos  (Puebla, 2014, BUA) permanece, resuena en lo esencial y en el sentido de las búsquedas.

La raíz de un elemento que embellece, da saber y enuncia un exterior, es tocada en todas sus magnitudes a partir de la memoria que todos conservamos. La luz que emana de los objetos antiguos, de las visiones primigenias, de las imágenes perdurables. Hierba que brota en las grietas del patio de la infancia, atardecer primero para nuestros ojos, voz estrenada durante la celebración, ante el descubrimiento o frente a lo inesperado.

La raíz de la luz. Lo más profundo, lo primero. Pero no sólo de la luz estelar, aunque también, sino sobre todo de aquella que va apareciendo en la primera imaginación, aquella que todavía no puede definirse como recuerdo, como indicio o como signo; luz a la que el poeta toma el rabo para desmenuzarse, él con ella, y perderse, él sin ella, en los laberintos familiares y extraños hasta topar con el Padre o con otro arquetipo igualmente inefable, el Ser, la semilla.

La luz, el agónico reclamo de Goethe, complementado con la sagaz observación de George Simmel, forma una rendija por la que el poeta se asoma, preciso, valeroso, generoso. Porque cuando Simmel visitó la casa de Goethe y vio la sombría habitación donde éste había muerto, vertió un comentario memorable respecto de las consabidas últimas palabras.
-Con razón pedía más luz.
¿Era descartable así, sin más, la connotación meramente física de la luz, a la que alude la interpretación de Simmel? Sin duda lo era. Como lo fueron tantos objetos que pasaron de largo por cotidianos y comunes, hasta que la sabiduría de Simmel llamó la atención sobre ellos, para devolverles dignidad de estudio. Como la luz de cada día, como la otra sustancia de la sombra, el día, la noche, el arriba y abajo de los seres comunes, el delante y detrás, izquierdo y derecho, los frutos de la exploración extraordinaria propia de los niños y  los genios que saben y/o pueden mirar por primera vez lo que es: la vestimenta, la desnudez, los olores.

Las sombras. La Sombra. Al respecto hay una referencia contundente de Silvestre Revueltas:

Recogidamente, religiosamente,  las sombras escuchan a la Sombra. La sacrosanta palabra de la Sombra se va debilitando en cada sombra hasta perderse. ¡Oh infinito poder de la palabra, cómo te pierdes en las sombras! Las sombras son apacibles y calladas. Sólo agreden cuando se les toca su Sombra. No hacen más ruido que el dulce ruido del halago. ¡Ruido bienhechor y alimenticio de la Sombra! Las sombras hacen cómodamente los mismos gestos de su Sombra. Las sombras siguen sus mismos pasos…

Agustín Ramos
Agustín Ramos
Poeta de verdad, Moisés Ramos se refiere a la raíz contraria. Al vestigio del pasado, a la constancia del presente, al aviso del futuro: ese resplandor que va apareciendo para nosotros, la luz de la que apenas queda memoria, el destello infinito de lo que será. Poeta que camina por las tres vertientes que al decir de Ezra Pound engendran la tradición poética occidental (el ornamento verbal como residuo de la música, el conocimiento leal de la naturaleza, la observación irónica de la sociedades), Moisés va en busca de la luz y nos señala las huellas, nos toca la llaga, nos pone sobre aviso: allá lejos estuvo la luz, acá mismo duele, por   ese horizonte habrá de aparecer… Todo en un mismo verso. Todo en el mismo instante, en El Instante.

Poeta que confronta y sugiere, entable una lucha sin tregua por decir, por alcanzar,  por permanecer en el deseo y, por tanto, por conservar, rehacer, deshacer el objeto deseado convirtiéndolo en lo que es, lo que no se puede nombrar, la luz como antecesor, registro y promesa de futuro.

En el poema XLIII el ritmo fluye conjuntamente con la transformación del significado y el sentido de la verbalización. Comienza estableciendo el momento en que algo, ¿qué?, la luz, por supuesto. Pero se interrumpe antes de llegar al Sujeto, el complemento deriva en puntos suspensivos y se transforma en pregunta, pregunta cuya respuesta es el instante del bostezo durante el cual un bosque se perdió. Y termina describiendo cenizas y otras imposibilidades.
Me refiero a este poema para ofrecer al lector un esbozo de la dinámica de un poemario cuya textura es tersa, armónica en su desazón, líquida en su irradiación, en la lucha donde chocan  como espadas palabras contra sombras.

Esta batalla, lo digo cuando cierro el poemario tras ardua lectura, la ha ganado la luz. La guerra sigue. Y siguen los poemas, cincuenta poemas, palpitando más allá de los ojos, acariciando la epidermis de la noche y el más evocativo de los aromas: el valor de inducirlos, reducirlos, traducirlos a palabras.

 

Moisés Ramos Rodríguez
Nació el 25 de noviembre de 1962 en Puebla, día en que se cumplieron cuatrocientos años del nacimiento de Lope de Vega.
Es autor de Raíz de luz, publicado por la BUAP en octubre del 2014 y de Olvido es nuestro nombre, publicado en mayo de 2007 por Ediciones de Educación y Cultura. De inminente aparición es su libro Cantares de la Ciudad de los Ángeles.
Otro de sus libros es El ojo omnipresente. Crónicas de cine, publicado por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla en 1998.
Periodista cultura desde hace veinticinco años, también es de inminente aparición su libro Palabras de duración mínima. Entrevista a poetas. Prepara el libro Protagonistas de la cultura en Puebla, 1970-2010.
Interesado en la historia de la antigua Ciudad de los Ángeles, escribió el libro Puebla, 490 años de una ciudad extraordinaria, de próxima aparición.
Su ensayo “Gaspar Pérez de Villagrá, primer poeta e historiador nacido en Puebla”, apareció en el libro Mosaicos de translocalidad. Poesía en Puebla desde la Colonia hasta la actualidad, publicado por la Facultad de Filosofía y Letras de la buap en el año 2010.
Coordinó y prologó el libro colectivo Férrea memoria. Crónicas del ferrocarril, publicado por Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (imacp) y el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, en el año 2010.
Su texto “Has llegado a la Ciudad de los Ángeles” apareció en el libro Puebla transbarroca. Una guía para la ciudad, publicado por el imacp en el año 2009.
Es uno de los productores del disco de audio y video de la celebración de los treinta años del cantante y compositor Carlos Arellano, de inminente aparición.