Hija de padres argentinos, Nitzan es oriunda de Jaffa y además de poeta es editora, narradora y traductora. Se ha especializado en literatura hispanoamericana y hebrea. Aquí una muestra de su poesía.
Tal Nitzán
POZOS
Nuestras manos no volcaron el agua
nuestras manos no bombardearon las piletas
nuestra manos no agujerearon la tubería
no destruyeron las reservas
las plantas de purificación no
vaciaron los pozos
Y ante la niña
que baja los escalones fantasmas
huérfanos de la casa
que no nosotros demolimos
agarrando al hermanito con una mano
y con la otra un recipiente de plástico vacío
para llenarlo en el sitio de distribución
a 4$ el cubo
nuestra garganta no se abrasa
de sed ardiente de toda sed.
Deuteronomio 21, 7: "y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto".
Traducción de Adam Gai
Tal Nitzán nació en Jaffa, Israel, de padres oriundos de Argentina. Es poeta, narradora, traductora y editora. Licenciada en Historia del Arte y Estudios Hispanoamericanos, y máster en Literatura por la Universidad Hebrea de Jerusalén. Residió en Buenos Aires, Bogotá y Nueva York, y actualmente vive en Tel Aviv. Coordina las colecciones Latino y Local de literatura hispanoamericana y hebrea. Nitzán ha publicado cinco poemarios y un libro para niños. Ha compilado dos antologías de poesía hispanoamericana y una de poesía hebrea de denuncia (Con cincel de hierro, publicada también en los Estados Unidos y en Francia). Ha traducido más de ochenta libros, la mayoría del español al hebreo, y adaptó una versión de Don Quijote para lectores juveniles. Entre los poetas de lengua española que ha traducido están Machado, Vallejo, Borges, García Lorca, Paz, Hierro y Pizarnik. Sus poemas han sido traducidos a más de veinte idiomas, y recopilaciones de su poesía se han publicado en alemán, francés, inglés, italiano, lituano, portugués y español. Como poeta, ha sido reconocida con los premios Mujeres Escritoras (1998), Nuevos Poetas (2001), Primera Obra (2002), del Primer Ministro (2010) y Dolitzky (2013), entre otros. Como traductora, ha merecido los premios de la Creatividad (1995 y 2005), la Medalla de Honor de la Presidencia de Chile (por sus versiones de Neruda, 2004), y Tchernijovsky (2012).