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Omar Castillo. Los cuentos de Óscar Castro García

omar-castilloLas historias y los personajes que componen el libro Sola en esta nube y otros cuentos atrapan, pues nos muestran cómo las vivencias humanas en su condición y albedrío, se extrañan y constriñen en una época de márgenes tan vagos como los de la nuestra.

 

 

Omar Castillo

EN LOS IMAGINARIOS DE SOLA EN ESTA NUBE Y OTROS CUENTOS

            La publicación de Sola en esta nube y otros cuentos es necesaria y oportuna, pues este libro nos permite leer un periodo clave en la escritura de Óscar Castro García. Son 13 cuentos, algunos de ellos premiados en concursos literarios de Colombia y de México. El libro abre con el cuento «Gol olímpico», donde el mundo del personaje, su íntima hazaña, sucede en una tarde única, en una tarde en la cual sus anhelos por impactar el balón desde el punto del cobro de esquina, le han sido arrebatados. En esta historia la prosa del autor y su obrar narrativo se concentran en ese instante, en ese cobro de esquina, entonces su escritura fluye imponiéndose en ritmos que ignoran algunas prácticas de la puntuación hasta alcanzar el súbito final de su trama, aquella donde el sueño de Camilo queda suspendido ante un despertar inevitable, el mismo que le arrebata su gol olímpico.
            Desde este primer cuento quedamos inmersos en los ámbitos y en las atmósferas propuestas por la narrativa de Óscar Castro García, pues la suya es una escritura donde los abanicos ficcionales quedan visibles a través de una prosa caleidoscópica dada para penetrar los intersticios y las capas de las tramas de sus personajes. Por ello no es extraño que en muchos pasajes de sus cuentos los ritmos de su escritura resulten cortantes, en unas tensiones que recrean a los personajes al filo de sus vivencias.
            En «Desafiando esta ciudad» nos encontramos con el acoso verbal que se desarrolla en la mente de quien conduce su moto a gran velocidad, en un acelere que narra sus intenciones y dudas mientras avanza por las vías que lo llevan ante el que será su primer asesinato. Narración que nos deja en el vértigo de una realidad saturada por normas como la que dice «a lo que vamos vamos«, y donde la vida y la muerte suceden según el mejor postor. Narración cargada de un lenguaje lascivo y escatológico, el mismo que penetra y trasluce los tabiques de una  realidad fundada en los réditos del vivir y del morir entre el carnaval y el don del arrepentimiento. De esta manera el autor nos convoca y mantiene en su mundo narrativo, en la ficción que impulsa y recrea su prosa.
            En el cuento «Ininterrumpidas olas», el autor logra una estructura que resulta anfibia y en la cual su escritura asume las líneas y el tono de un poema lírico, sin por esto perderse de su trama narrativa, propiciando así ritmos e instantes desde los cuales bifurcar la vivencia del personaje sobrecogido por las dudas, el temor y el deseo que experimenta mientras camina imprimiendo sus pasos en los sitios de la ciudad donde espera el encuentro anhelado. Personaje que sueña y duda mientras es atravesado por las olas-cuerpos de quienes también se movilizan por la ciudad en la que él anhela el encuentro con su sexualidad. Es un acierto la estructura del cuento y la manera como en él suceden las ansias y el desasosiego de su personaje, sus sueños y su realidad.
            En el cuento «Al otro lado de la pared» encontramos algunas de las palabras claves del autor y cuyos significados le permiten abordar y recrear sus historias. En la primera de sus frases leemos: «El escándalo de los vecinos la hizo asomar con malicia y complicidad«, entonces somos partícipes de cómo las palabras: escándalo, vecino, asomar, malicia y complicidad son las que ponen al autor en las tramas y en los escenarios donde cunde el mundo de su tiempo, el mismo en el que él también existe, suda y se esfuerza por entender en medio de sus trabas y sus aciertos. En este cuento las palabras, la narración de su trama escenifican una cotidianidad que se sucede como en una quemadura que no se restaña, una quemadura que parece conducir las existencias de quienes la viven por un sumidero que atrapa a quienes creen posible tener una vida.   
            La narrativa de Óscar Castro García se establece y surge en las zonas donde las vivencias de sus personajes se configuran y se traman en historias que él rescata y expone justo donde han prendido y se han  ramificado sus misterios, los ecos y las fatigas del diario vivir, los mismos que muestra en las escenas de intensidad dramática que elabora y donde refleja las consecuencias de unas existencias fugándose hacia el olvido de una vida, o de unos breves instantes.
            En Óscar Castro García se evidencia un lector que ha sabido nutrirse de sus lecturas, de las cuales ha extraído cuanto le es necesario para crear su propio ámbito narrativo, un lector y un escritor que sabe la tradición a la que pertenece, por ello en su escritura no deben resultar extraños los ecos de voces como las de             Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez, José Donoso y Mario Vargas Llosa. Lo cierto es que en sus cuentos, él penetra los temas que le obsesionan y los representa como en un escenario donde la vida no termina de suceder en las ascuas de sus personajes, testigos y partícipes del tiempo vivido como un antiguo y nuevo libro dónde encontrar cuanto nos corresponde y define.          
            En Sola en esta nube y otros cuentos, Óscar Castro García nos pone ante personajes cuyos imaginarios y situaciones aparecen y desaparecen como líneas de sueños al filo de las realidades donde impactan sus historias. Son personajes que parecen salir de tramas dilatadas, casi varados en las oquedades donde la cotidianidad gravita propiciando la ficción de sus existencias. Las tramas de sus vivencias los muestran entre la luz y la penumbra, entre las ansiedades y el desasosiego que estampan las certezas y los misterios donde suceden los usos de sus vidas, y es en estas íntimas hazañas donde el autor los recrea.
            En el cuento «Sola en esta nube» asistimos al monólogo donde Ana Clara suelta, refunfuña y representa el cumplimiento de sus setenta años. Arrumada en sus palabras, en los ecos de imágenes que como los pedazos de un sueño aparecen hechos espejos donde se reflejan los girones de su memoria, también sus carnes y sus huesos usados por el tiempo que ha terminado por hacerlos sílabas con las cuales armar frases herrumbrosas, humo y vacío. Los suyos son años atestados de presencias en un día dado a las fatigas de una vida ocultada del sol, y lucida ante la luna, en un ajetreo que terminó siendo remolino. Su monólogo es el de la ausencia y el de la celebración de sus setenta años entregados en un hablar de esencias solitarias, igual a un atado de flores perdidas en sus sueños de vida marchita.
            Como ya lo anoté para la presentación de su libro Cada instante de este sueño: Cuentos reunidos (1979-2015), en la narrativa colombiana e hispanoamericana de los recientes años «Sola en esta nube» queda como un cuento icónico, tanto por su tema, como por su tratamiento y por la forma como el autor desteje y teje su trama. Las aristas escriturales a las cuales acude y desarrolla, hacen de este un texto impredecible, al tiempo que esclarecedor de los imaginarios y las tensiones que impulsan al ser humano en sus abruptos y en sus particularidades. «Sola en esta nube» es un cuento necesario para entender el oficio narrativo desplegado en las recientes décadas, justo después de los grandes maestros del cuento que ha producido Hispanoamérica.
            El libro cierra con «El encuentro», historia que convoca una y otra vez desde las distintas perspectivas asumidas por el narrador para contárnosla. Trama haciéndose en sus versiones tras unos ojos tuquios de tardes que se repiten hasta prenderse en los párrafos de una existencia, de una historia donde su personaje se consume en su espera y en sus ansias por un encuentro, por la ilusión de un deseo latente, empero, esquivo. En este como en otros de sus cuentos, la particular puntuación que por momentos se permite el autor, entrega a sus frases un contenido y un ritmo que concita una visión simultánea del instante del mundo que aprehende y narra.
            En estos 13 cuentos, la realidad en su insaciable apetito es escudriñada en sus formas y en sus maneras de suceder, en todo cuanto la hace crónica de las penumbras y los abruptos sentimientos humanos, por ello es inevitable que en ellos se vea la crudeza, pues las cifras del mundo que vivimos no necesitan idealizaciones que impidan su revelación. Las historias y los personajes que componen el libro Sola en esta nube y otros cuentos atrapan, pues nos muestran cómo las vivencias humanas en su condición y albedrío, se extrañan y constriñen en una época de márgenes tan vagos como los de la nuestra.

 

Omar Castillo, Medellín, Colombia 1958. Poeta, ensayista y narrador. Algunos de sus libros publicados son: Obra poética 2011-1980, Ediciones Pedal Fantasma (2011), Huella estampida, obra poética 2012-1980, el cual abre con el inédito Imposible poema posible, y se adentra sobre los otros libros publicados por Omar Castillo en sus más de 30 años de creación poética, Ambrosía Editores (2012), el libro de ensayos: En la escritura de otros, ensayos sobre poesía hispanoamericana, Editorial Pi (2014) y el libro de narraciones cortas Relatos instantáneos, Ediciones otras palabras (2010). De 1984 a 1988 dirigió la revista de poesía, cuento y ensayo Otras palabras, de la que se publicaron 12 números. Y de 1991 a 2010, dirigió la revista de poesía Interregno, de la que se publicaron 20 números. En 1985 fundó y dirigió, hasta 2010, Ediciones otras palabras. Ha sido incluido en antologías de poesía colombiana e hispanoamericana. Poemas, ensayos, narraciones y artículos suyos son publicados en revistas y periódicos de Colombia y de otros países.
Contacto: ocastillojg@hotmail.com