Una nueva muestra de la joven poesía mexicana, que según Jair Cortés ya está presente entre los lectores cibernautas. Es decir, nacieron en la virtualidad, pero son de origen terrenal: Clyo Mendoza, Oaxaca, 1993; Martín Rangel, Hidalgo, 1994; Yanine Villalobos, Ciudad de México, 1987; Diego Espíritu, Jalisco, 1990.