Olga Leticia Valles. Paul Auster, 4,3,2,1

Sobre la más reciente novela del escritor norteamericano, Olga Leticia Valles nos ofrece una reseña y una invitación a leer a este autor, que sin duda es un modelo para muchos escritores latinoamericanos.

 

 

 

Paul Auster, 4,3,2,1.

Olga Leticia Valles López

 

El nuevo libro de Paul Auster es una obra novedosa y de gran aliento. Trata de la vida de un joven judío nacido en los años cuarenta. Su originalidad radica en que el autor imagina cuatro escenarios distintos en la vida para su personaje. A través de estos escenarios uno viaja y entiende los momentos históricos de los Estados Unidos.
La novela comienza con la llegada del abuelo del protagonista a Estados Unidos el primer día del siglo XX. Proveniente de Rusia y de apellido  Reznikoff,  un compañero de viaje le sugiere cambiar su  apellido tan difícil de pronunciar por el de Rockefeller, y el piensa que con un apellido como ese «nada puede salir mal», pero al momento de pasar al servicio de migración, el agente le pregunta su apellido, y el abuelo responde en yiddish «Ikh hob fargessen" ("ya olvidé"), y así fue como quedó registrado como Ferguson.

Archie Ferguson, el protagonista, crece en un ambiente de padres amorosos. Su padre abre una tienda de electrodomésticos, mientras su madre se dedica a la fotógrafía. Hijo único, su cuadro familiar se extiende, del lado materno, a los abuelos Adler, de Nueva York y su tía  Mildred, hermana de su madre, que es a intelectual de la familia. Del lado de los Ferguson, Archie tiene dos tíos perezosos a quienes su padre ha contratado para trabajar en la tienda. Luego a dichos personajes se les ocurre incendiar la tienda para cobrar el seguro. Este acto tendrá consecuencias fatales para la vida de Archie.

Y es aquí donde comienza el extraordinario genio de la novela: partiendo de este incendio, Paul Auster imagina diversos escenarios, donde las consecuencias van a orientar el destino de Archie a diferentes direcciones. Así, su vida toma cuatro direcciones diferentes, donde el autor imagina diferentes escenarios. La vida de Archie se representa en cuatro versiones: 1.0 a 1.1 1,2 1.3 1.4, 2.1, 2.2, 2.3, etc, y así sucesivamente.

Archie es estadounidense, judío, blanco, amante del beisbol (versión 1, 2, 3, 4) francófilo (excepto en la versión 2), traductor de poesía francesa (versión 1), heterosexual (1 y 4) y bisexual en una versión, le gusta el periodismo (versión 1 y 2), crítico de cine (versión 3) y escritor ( versión 3 y 4). Para Archie, todos los caminos conducen a las letras. 

En el transcurso de la lectura, es asombroso como Paul Auster maneja  y tiene presente la pregunta: ¿qué hubiera pasado si los acontecimientos hubieran sido diferentes?
El novelista juega con diversas circunstancias. En algunas versiones la tía Mildred se divorcia y se vuelve a casar con un hombre que tiene un sobrino y se volverá su primo político, el hermano que nunca tuvo y con quien compartirá sus cuestionamientos adolescentes, sus padres tienen una vida modesta y Archie tiene un accidente. En cada historia nos encontramos a los mismos personajes con diferentes roles.

Pero la lectura no es tan de fácil como parece: no hay que intentar leer el libro así tan claro en cada versión; con tanto entrecruzamiento de circunstancias a los personajes, uno acaba haciendo su propia versión, o incluso hacer un collage de la vida que a uno le hubiera gustado que Archie llevara. Esa es la magia de esta novela.

La novela además ofrece una foto panorámica de la vida norteamericana y los símbolos que lo representan, el coche, el beisbol, la televisión, la fotografía, así como los acontecimientos del momento histórico en que se desarrolla la novela: la inmigración de europeos en el siglo XIX, la segunda guerra mundial, el asesinato de Kennedy, la lucha de los negros americanos por sus libertades individuales, las guerras de Corea y Vietnam, así como la emancipación sexual de las mujeres.
Al final, cuando uno cierra el libro, nos quedamos con el verdadero Archie. El autor tuvo que matar en las otras versiones al protagonista, para que solo quede el verdadero.
La obsesión por el dinero y la observación de prototipos masculinos, son los ejes más importantes de esta valiosa obra.