Con el título de «El deseo infinito de ser», la periodista Adriana Malvido nos ofrece un fragmento de la biografía de esta mexicana extraordinaria, Nahui Olin, artista plástica, personaje, modelo, amante e interlocutora del Dr. Atl.
El deseo infinito de ser
Adriana Malvido
Después de los veintes ya nadie pinta ni le toma fotografías a Nahui Olin. ¿Por qué de repente se detiene la iconografía? ¿Qué sucede luego de la muerte de Eugenio Agacino? Sabemos que Nahui se aísla voluntariamente en su casa de la calle General Cano en Tacubaya, ciudad de México. Sigue pintando, sigue escribiendo, pero se construye un mundo propio.
Los demás ya no ven la belleza que ella sigue viendo en su espejo. Va mucho al cine Metropolitan, le fascinan las películas francesas; cuando cobra su pensión se lanza directo al restaurante favorito para comer; casi a diario acude a la Alameda a alimentar a sus gatos y de paso a las leyendas que la tradición oral crea alrededor de su personaje: que vendía sus fotografías de desnudos, que regalaba el amor, que prendía focos con el sólo contacto de sus dedos, que sus ojos brillaban en la oscuridad como los de un gato, que se le veía en los tranvías viajando con sus felinos entre la ropa y un sinfín de episodios que se encuentran en la línea que divide a la realidad de la ficción.
Lo cierto es que participa en varias exposiciones de artes plásticas, pero después de 1945, cuando exhibe parte de su obra dentro de una muestra colectiva en el Palacio de Bellas Artes, Nahui emprende su camino al silencio.
A partir de entonces, sus actos se encasillan en la locura. Su libertad resulta incómoda. Su sinceridad hiere. Su sexualidad se enfrenta a la hipocresía. Está loca, dicen. Es más fácil ver así a la mujer que decide su propia vida.
Nahui opta por una introspección que no se comprende. Se resguarda en el sol, su amigo, su amante, el único que la acaricia. Ya no es la mujer bonita de los veintes, a nadie le sirve ya. Sólo al sol y a sus gatos. Pero se tiene a sí misma.
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Poco antes del 23 de enero de 1978, cuando cierra sus ojos para siempre, Nahui le dijo a una de sus sobrinas: «¿Sabes qué? Yo no me voy a morir». Y tenía razón.
Falleció sin reconocimiento alguno, sin esquelas en los periódicos ni notas informativas. Pero volvió a nacer para las nuevas generaciones cuando Tomás Zurián y Blanca Garduño organizaron en 1992 la exposición que ella hubiera querido en vida: Nahui Olin, una mujer de los tiempos modernos en el Museo-Estudio Diego Rivera. Por algo le repetía a su familia: «nadie de ustedes me cree, pero un día verán que de verdad soy artista».
Nuevas exposiciones, obras de teatro, biografías y documentales se abren camino. En el instante en que termino este texto, se filma la película Nahui, con guión de Marina Stavenhagen. Yen algún hermoso monumento del Centro Histórico de la Ciudad de México Gerardo Tort dirige a Irene Azuela, la protagonista, y a Julio Bracho como el Dr. Atl, en plena relación amorosa. Muy cerca de ahí, los muros del Museo Nacional de Arte se preparan para recibir en 2018 la más grande exposición que se ha realizado hasta hoy sobre la vida y obra de la artista.
Pero, aún hoy, Nahui Olin desafía, pone en jaque, provoca más preguntas que certezas. Tiene su propio sello. Es un personaje fuertemente individual, rebelde y trasgresor, que sabía muy bien que volvería cuando escribió:
Independiente fui, para no permitir pudrirme sin renovarme; hoy, independiente, pudriéndome me renuevo para vivir-
Los gusanos no me darán fin -son los grotescos destructores de materias sin savia, y vida dan, con devorar lo ya podrido del último despojo de mi renovación- Y la madre tierra me parirá y naceré de nuevo, de nuevo ya para no morir.
Adriana Malvido
Junio de 2017
Nahui Olin es el resultado de la maravillosa y apasionante investigación que Adriana Malvido ha realizado sobre Carmen Mondragón, una mujer olvidada pero cuya vida ha permanecido en los mitos y leyendas de México.
Carmen Mondragón fue hija del general Manuel Mondragón, esposa del pintor Manuel Rodríguez Lozano y amante de Gerardo Murillo, conocido como el Dr. Atl; modelo de Diego Rivera y del fotógrafo Edward Weston. Sus «enormes ojos verdes, cabellos dorados y facciones finas. Cuerpo perfecto y sensualidad extrema», la convirtieron en una de las mujeres más bellas de México en el siglo XX.
El Dr. Atl la bautizó como Nahui Olin en la década de 1920, convirtiéndola en un personaje legendario en el que todo calificativo es posible: la genialidad, la locura, la liberación, la desfachatez, la pasión, el escándalo, el misticismo, la violencia y la rebeldía. Nahui Olin fue una mujer que pintó y escribió poesía, pero cuya obra más relevante fue su actitud sin prejuicios frente a la vida, en una época en la cual era impensable que una mujer fuera así de libre. Su vida fue un torbellino como ella. Nahui Olin murió a los 86 años en la miseria y, según la leyenda, caminando por las calles del Centro de la ciudad de México, vendiendo las fotografías de sus desnudos de juventud para poder comer y alimentar a sus gatos.
Adriana Malvido rescata en este maravilloso libro la vida de Carmen Mondragón, que confirma la vigencia de una mujer cuya apuesta por la libertad la hizo ser tachada de «loca» por la sociedad en aquella época. Esta investigación está acompañada de entrevistas con la familia, fotos, cartas, poesía inédita, diarios íntimos, y muchos detalles desconocidos que invitan a reconocer a Nahui Olin como una de las mujeres más valiosas de México. Esta nueva edición contiene un nuevo epílogo y fotos inéditas recopiladas recientemente.
Adriana Malvido nació en la ciudad de México en 1957. Ejerce el periodismo cultural desde hace treinta y ocho años. Sus reportajes, entrevistas y artículos se han publicado en diversos medios, como el periódico La Jornada, del que fue cofundadora, Proceso, Milenio y El Universal. Se especializó en reportajes de investigación como el que dio origen a este libro. También es autora de Por la vereda digital, Zapata sin bigote, La Reina Roja, Los náufragos de San Blas y El joven Orozco. En 2011 recibió el Premio Nacional de Periodismo.
La historia de Nahui Olin será llevada al cine bajo la dirección de Gerardo Tort y con Marina Stavenhagen como guionista. Irene Azuela interpretará a Nahui Olin y Julio Bracho será el Dr. Atl. La película está programada para estrenarse en otoño de este año.