Angela García traduce sus poemas y escribe con gran admiración sobre esta escritora y traductora sueca que dejó una impronta en el medio intelectual de su país. Angela señala: «Autosuficiente y sumisa; controladora y masoquista, más nunca vulnerable ni débil.»
Rut Hillarp
Sólo un instante fui verdadera
«Leí en algún lugar que la palabra latina para atracción, desiderium, originalmente designaba la caída de una estrella, luego designaba nostalgia y finalmente anhelo de amor. Lo cual me induce a pensar que la palabra seducir ha tenido una conexión astral, si la información es cierta. En consecuencia hay algo poético en el hecho de identificar la atracción con un instante luminoso, que decrece gradualmente pero que a la vez está en camino de renacer. ¡Una expectativa que se consume en sí misma! Que brilla y muere y quizás se enciende de nuevo. Si miramos atrás en nuestras vidas veremos cómo se parecen más y más a astros celestes extinguiéndose. Después de todo no sirven de mucho tales trofeos autodestructivos, salvo, posiblemente, para decorar nuestras noches»
Lasse Söderberg en Anotaciones sobre Rut Hillarp
Revista Tärningskastet, 1987
En el año 2003 llevaba yo tres de vivir en Suecia cuando salió la noticia de la muerte de Rut Hillarp, una poeta en ese momento casi olvidada, cuyo nombre aparece asociado al cine experimental, la fotografía, el arte plástico, el erotismo, vieja dama del movimiento feminista como se la nombró muchos años después. Empezó a interesarme por lo que supe sobre los salones literarios que realizaba en su apartamento con un círculo de amigos, entre los cuales un jovencísimo Lasse Söderberg participaba. También supe que se dedicaba a otro tipo de actividades artísticas colectivas y detalles sobre su relación con Mihail Livada, cineasta rumano, uno de sus dos grandes amores con quien realizó dos películas importantes en ese momento por su carácter innovador.
La apreciación de sus poemas empezó sólo diez años después estimulada por la publicación simultánea de dos libros: una monografía Rut Hillarp, poeta y genio erótico y Diario de Rut Hillarp. El primero escrito por Birgitta Holm, catedrática de Literatura de la Universidad de Gotemburgo, que fue su alumna y luego su amiga a quien la poeta dejó como heredera de su obra. Fue Birgitta quien la encontró en su apartamento con la cabeza contra el escritorio envuelta y amarrada dentro de una bolsa plástica. Cerca de su mano una nota reciente decía «No se olviden de comprar comida al gato». Justo entonces recordamos Lasse y yo que tres años atrás cuando le fue concedido el Premio de traducción Elsa Thulin, una mujer mayor se acercó muy discretamente a la salida entre la multitud de asistentes, lo saludó, le entregó una carpeta y se alejó tranquilamente. Yo no sabía que se trataba de Rut que con tiempo y cuidado preparaba su salida del mundo y se despedía así de las personas que le eran entrañables.
Había nacido en Lund en 1914 y crecido en Hässleholm al sur de Suecia, un pueblo de la provincia de Skania, donde la danza y el cine eran pecado. Su madre era evangelista ambulante y su padre comerciante de hierro. Estudió filosofía y literatura en Estocolmo; trabajó toda su vida como profesora de secundaria en cuyo desempeño fue siempre alegre y estimulante ganando aprecio de sus estudiantes y prestigio entre sus colegas, pero con todo lejos de la vida reservada o convencional con la que suele caracterizarse a una maestra. Fue autosuficiente, temeraria hasta el paganismo o el escarmiento. Había un abismo entre la mujer extremadamente racional del diario vivir y la mujer nocturna que se abandona al amado a quien da la categoría de dios, mientras se autoproclama súbdita suya. Para definirla habría que primero reconocer esos diferentes rostros y luego contraponerlos: Autosuficiente y sumisa; controladora y masoquista, más nunca vulnerable ni débil.
Empezó a darse a conocer como poeta en 1946 con su libro Solens brunn (Fuente del sol), y otros dos poemarios con los cuales pasó a ser uno de los nombres más discutidos del modernismo sueco de la década del cuarenta, en buena parte rechazada, salvo por dos o tres críticos, Erik Lindegren entre ellos. En los años cincuenta publicó su única novela. Un lapso de más de 25 años de silencio fue seguido por otros tres poemarios que ella misma editó acompañándolos con sus collages y fotografías. La temática erótica de un refinado misticismo recorre toda su obra. «Uno no escribe poemas para ganarse el pan o para proclamar su valía como escritor sino por la pasión de vivir» declaró, resumiendo así la verdad de su existencia. Birgitta Holm afirma que «para Hillarp era más importante ser recordada como una criatura erótica que como poeta o artista».
Dos fueron sus amores más importantes en torno a los cuales concibió para sí y para la literatura esa exploración del deseo femenino que continúo haciendo hasta una edad avanzada. Había en ello la conciencia de estar encarnando la mitología que otrora definiera la naturaleza compleja de los sexos. No es esta la ocasión para profundizar sobre lo que se ha llamado su estética del sufrimiento, baste con dejar entrever con esta muestra de poemas que por primera vez se traducen al español el carácter libertario de su escritura.
Ángela García
Malmö, mayo del 2018
Selección de poemas
(Selección y traducción de Ángela García)
Tus ojos son ríos tibios
Pero oigo una voz desde lo hondo del bosque hechizado
juega sobre raíces y tallos serpenteantes
cae su manto
sobre el susurro de las hojas
Ningún corzo baila entre los troncos
En este bosque lo más rojo es el ocaso
y las anémonas crecen altas como árboles
de sus cálices bebo la voz
y es el olvido de la noche
Las lenguas y los animales desconocidos me contemplan fríamente
entre los tallos
Las olas de las nubes dan esplendor a sus cuernos
recuerdo todavía
a alguien bailando
¡Ah! qué torrente impedirá que mis pies corran
y apagará la helada llama de mis manos!
¿Son tus ojos ríos?
Consejo a Isolda
El sueño es el eterno saboteador
al ponerse el sol tendría que morir
Pero tienes que cuidar del hermoso cuerpo
ponlo con los otros en el barco de velas rojas
y despídete de ellos allí donde yacen en sus verdosos
sarcófagos de hielo
en sus blanca mortajas
lado a lado
El barco lo enviarás a Tristán
que te espera en la costa de Cornualles
Para los sueños han chupado la sangre de sus manos
ellos no te sentirían más
Y tu propio rostro negaría la cercanía de sus labios
Estarían lejos sus almas
y mutuamente extrañas
dos pájaros azules
cautivos en la misma fuga
hacia la traición rojo-sangre
del ocaso:
Un encuentro sin fronteras
un muerto que no existe.
La joya que brotó del musgo
es un doble escudo para mi corazón
Llevo un morral con todos los pájaros dentro colgado sobre mi espalda
Cuál voy a soltar esta noche
nunca creas que tú mismo puedes escoger
o que podrás algún día verlos todos
Pero cuando el silencio revienta el escudo de mi corazón
se densifica el polvo del crepúsculo hasta la nocturna venganza
Arranca la maleta de mis caderas adoloridas
El espacio de tus ojos ha esculpido mis pájaros en piedra
Tómalos, dales de nuevo sus alas
¿Para quién los habría capturado si no para ti?
La roja oscuridad se profundiza y ahoga el arroyo
susurrante
y los cuerpos de los lagartos verde-plata se van carbonizando
A través de las llamas se estremece la jabalina
que una vez punzará mi costado
Mi piel tiene mil manos
y todas se odian, unas a otras, celosamente
Todas quieren poseer el amor de la hermosa jabalina
cerrarse en torno a su punta
y seguir sangrientas su pista
Todas quieren morir de felicidad
Pero aún no es tiempo para este rugido del dolor
Y la jabalina roza sólo levemente sus venas anhelantes
desaparecen en el mar con una risa.
Retrato
Levantas tu rostro
y el silencio desgasta los badajos de todos los relojes
Vuelves a lanzar la espiral de tu sonrisa
sobre el mar de cuerpos femeninos muertos
se giran los espejos del espacio
en silencio
para la sonda de tus ojos
Junto a tus pies una joven
con los miembros perdidos y sueños escalofriantes
Sus miradas siguen los ciegos
tus manos se transforman en cuchillos
Grandes ruedas lejanas
a la espera
Sé mi muerte en esta noche
tú que eres flagelo y fuente
fórjame hasta más suaves
llamas
condéname a un castigo
más dulce
Rey de las olas
rey de todos los órganos todos los viajes
todos los países más allá del mar
todos los vientos que esperan
y despiertan
y crecen
si apaga mis tormentas
con tus tormentas
perfora tus ecos mis banderas de ecos
revienta mis sótanos tus catacumbas donde el agua sube
pero eres tú eres tú que existe!
lo sé en mis senderos tus órganos
lo viven en tu mano sobre mi rostro
todos los muros
se derrumban en mi cuerpo
en mi muerte para tus miembros
ardientes
pistas
Tu oscuridad me rehace
Dentro de mí descansan
tus soles y huracanes
Las riveras se deslizan
Concierto Nocturno
Tóquenme besos para mañana
quién sabe dónde mañana hay
Tóquenme puertas en el alba
susurros del arcoíris
Tóquenme los besos que nunca sucederán
los veranos que no crecerán en ningún lugar
sean en un mundo
nuestra sangre junto a qué pozos una vez
cuando ya no más nosotros
Dentro en el follaje de mis venas
toquen
tu sueño
por mi nuca
tu pie
Toquen
si tóquenme cuerpos
giratorios y caminos que se extinguen
Tóquenme besos de la mañana
antes de que la mañana muera en nuestros brazos
Otoño
(Brangwin:)*
Ahora el otoño ahora en sus pantanos la locura de los amantes.
Una cabaña en el bosque no es ningún lugar para un noble caballero
-los dragones se demoran en la lejanía-
ya la espalda de ella ha perdido su brillo,
sus manos se han vuelto grises.
El famoso cabello cuelga en greñas.
Ninguna pócima de amor sobrevive al crujido de las costillas
cuando se ha podrido la paja en las tablas.
Y el terror de un feto que se estremece.
Sus ojos esquivarán.
Se dolerán por sus propias heridas
no por las de otros,
soñarán las citas en el parque
junto a la puerta de las altas noches,
los ojos se ensancharán hasta espejos para la dulce muerte.
Pronto se arrugarán todas las tardes
y las estrellas serán llevadas por el viento.
Las pócimas mágicas no son de confiar.
—
*
Brangwin o Brangaine, es la hermosa y muy leal sirvienta-confidente de la princesa Isolda que por error le proporciona una poción mágica de amor.
El eco negro
De repente estaba detrás de mi
como una sombra.
Pero cuando me di vuelta
la pared era blanca
y la noche contestó
con un hoyo en el mundo
ciego y raudo
en el espacio sin fin.
La voz
Lo escuché gritar en el sueño.
Y en este instante
de respuestas venidas de lejos
vuelvo a encontrar la benigna muerte,
respiro
el nacimiento del árbol.
Las campanas del brezo
liberan sus
secretos en mi mano.
Mi cuerpo es el frescor de la tierra
y la frágil nube de otoño
resbala
por mis ojos.
El llamó en la aurora
y la voz era la de mi madre.
El mar me llevará
hasta un abrazo