Al tiempo que declara su amor a Nicaragua, el poeta nicaragüense no puede dejar de pensar en su pasión por Simonetta Vespucci. ¿Versos de amor y de sangre?
Francisco de Asís Fernández
NICARAGUA SABE QUE LA AMO
I
Vivimos entre la angustia y la esperanza,
entre la represión y la esperanza.
Nací en el exilio
pero la Santa Sor Maria Romero
puso una bandera de Nicaragua
para que yo naciera en Nicaragua.
La vida fluye y el hombre cuando muere
es recibido por los ángeles.
La vida fluye y lo malo sobrepasa a lo bueno,
vivimos entre el asedio y el crimen.
Aquí solo hay tiempo para llorar.
Nicaragua sabe que la amo
y el coro de pájaros canta el color de la
vida y el dolor de la música.
La tribu baila como las estrellas y se desnuda de
la sangre.
¿Cuál fue nuestro pecado original?
Aquí fue el Paraíso Terrenal
pero aquí también vive la serpiente.
NICARAGUA SABE QUE LA AMO
II
Nicaragua es una bestia magnífica
que vive bajo la grama del cielo,
es un jardín en la lluvia de ruiseñores
y convierte las flores en mariposas.
Nicaragua me viene directamente del alma
y de las lilas que se abren en mis manos
y se sueltan en la sangre.
Ellos hunden sus manos en la sangre de
Nicaragua.
Locos de poder queman los sueños y a la Virgen
de las Flores,
locos de poder le disparan al cielo estrellado,
locos de poder le disparan a los ángeles.
NICARAGUA SABE QUE LA AMO
III
Ahora puedes ver el cielo por la noche,
y puedes ver un océano de agua subterránea
en donde emerge Nicaragua con una luz distinta.
Las alas de las mariposas son brillantes
y alumbran a Nicaragua.
La vida es maravillosa y nos la están quitando,
mi vida corrió tras una rosa y me dispararon,
quería señalar mis sueños con pétalos rojos,
abrí los árboles y mi vida cayó como una rosa.
MI HOMENAJE A SIMONETTA VESPUCCI III
LAS MUJERES TEJEN UN JUEGO MÁGICO
Las almas abandonadas se alimentan de malaquitas,
ponen asolear sus ojos ciegos
para desentrañar la luz de los eclipses
y hacer anillos blancos.
Mientras tanto
las mujeres tejen un juego mágico de telas y texturas
para que las lágrimas puedan bordarse con delicadeza.
Francisco de Asís Fernández
¿QUÉ CAMPANAS TOCARÁN PARA MÍ?
Cuando muera, ¿qué campanas tocarán para mí?
Las mujeres hablarán sobre las bellas que me amaron,
y me hirieron como una manzana.
Edna St. Vincent Millay habló toda la vida
de Salomón de la Selva
y la Irma Prego vestida de blanco como un lirio
siempre cuchicheó sobre Carlos
Martínez Rivas,
la Adelita Marenco siempre anduvo a Ernesto Cardenal
entre sus dientes y sus labios carnosos y rosados.
Y yo amé hasta la muerte a mi Simonetta Vespucci
y el mundo sabrá que mis sueños fueron posibles,
porque mi amor a Simonetta volteó el mundo al revés,
hizo que todos se amaran y a los ricos los despidió
sin nada.
Todos los enamorados leerán mis poemas a ella
y los andarán entre pecho y espalda
después de que yo muera.
Galería de fotos de Evelyn Flores Mairena.