Escritor Enrique Solinas, originario de Buenos Aires, nos ofrece una selección de poemas de su nuevo poemario El libro de las plegarias.
Enrique Solinas
El libro de las plegarias
Afirma el poeta y ensayista español Jaime Siles, sobre este nuevo libro del poeta:
«La poesía es plegaria y súplica. Lo ha sido desde Homero, desde Virgilio, desde Donne, desde Rilke , desde Hopkins. Lo ha sido y lo seguirá siendo porque como dicen dos versos de José Ángel Valente, Alza entonces la súplica: / que la palabra sea sólo la verdad. Y hacia esa verdad se dirige toda la escritura de Enrique Solinas desde siempre. El libro de las plegarias viene a confirmarlo: en él cada palabra con su esencia / recupera el aroma del sentido y su trayecto es un largo trecho de metáforas que el lector ha de por sí mismo recorrer. Porque este libro es oración, pero también viaje, es guía pero también creencia, es angustia pero también es fe: se siente en él el despertar violento de la nada, pero también la escucha cuando no hay palabras que decir, cuando lo dicho y lo callado son lo mismo, cuando sentido y silencio se identifican y entonces asistimos a la epifanía poética del Ser. Sí: el poema es plegaria como la memoria es un espejo que nunca/ se cansa de temblar. Y tiembla el yo porque tiembla el signo, o al revés, pero es el poema lo que une nuestro dolor con la esperanza. Enrique Solinas ha escrito un libro -yo diría una OBRA- que nos acerca al sentido tanto como a la mudez; que nos deja temblando en la duda del habla y que nos retrotrae a la Palabra Inicial, que es la verdadera materia de su canto. Ella es la instancia de discurso desde la que nos habla y ella es su fin y su comienzo también.
El cuerpo, el poema
Abre los cristales de su cuerpo,
la memoria es un espejo que nunca
se cansa de temblar. Aquí,
hay un jardín espléndido
donde no son posibles las despedidas.
Aquí, el pasado, el presente y el futuro,
permanecen unidos para siempre.
Escribe la palabra tiempo y de repente
el tiempo avanza sobre la historia.
Escribe la palabra espacio
y en un instante
se encuentra
en medio del jardín.
Sabe que la soledad es buena compañera,
que el poema es plegaria
arrojada a su interior.
Ensaya, reza, apunta;
intenta el canto.
Escribe la palabra revólver
y la poesía es un disparo de luz,
contra la oscuridad.
Oración de la mañana
Gracias, Señor,
por no escucharme,
por ignorar mis súplicas
debajo de la lluvia,
cuando creía
que el mundo se acababa
y todo estaba perdido.
Gracias, Señor,
por tu ausencia,
he aprendido la lección
de los muertos,
he comprendido bien.
Soy un sobreviviente
y siento
en el silencio la incesante fe,
el despertar violento de la nada.
Ahora,
miro tu vacío,
Señor,
el hueco gris
en el cielo.
Yo soy el que te escucha
cuando no hay palabras
para decir.
Yo soy el que te espera,
Señor,
en el lugar del abandono.
Nido vacío
Sentado en la noche puedo ver
un nido que pronto desaparecerá.
Desde el poste de luz
ha caído un pájaro
hasta su cielo.
El padre acompaña resignado
al que no estaba listo
para volar.
Llama dos o tres veces, luego
permanece inmóvil.
Su cuerpo es esa nada que brilla;
esa oración
de olvido sin palabras;
esa canción
oscura
al aire libre.
Tengo frío en los pies,
mañana
alguien barrerá el cielo.
¿Cómo es posible olvidar
tanta belleza abandonada?,
pienso.
¿Qué ha de ser de nosotros
cuando nos suceda lo mismo?
El origen del mal
Porque no todo el que daña fue dañado
ni ser dañado justifica su accionar,
el golpe dado y sin motivo en medio
del corazón que espera que lo amen.
Porque hay quien goza con el dolor ajeno
y así vive,
te sabe vulnerable, desnudo, mirando
hacia otro sitio, sumergido en la luz;
en las palabras que deseamos escuchar;
en la belleza de lo simple.
Ahí la estocada, el golpe en el asombro, el incendio antes
del estallido. El corazón da un vuelco y se contrae
porque es lo propio, el pecho
a punto de estallar,
en medio.
Aquello que es injusto cerrará
las puertas de la voz
de quien tanta oscuridad recibe.
Porque a veces sucede que hay quienes gozan
ejerciendo el dolor
y no hay explicación que justifique.
Les das tu corazón y te lo dejan
tirado en la intemperie
para que lo devoren
los perros del silencio.
Les das tu corazón
y el mal invade el mundo
como una música furiosa,
como un temor sinfín.
La Palabra Inicial
a Hugo Mujica
Como si la palabra fuera un rio
y ese rio surgiera desde el final del cielo.
El rio tiene fuerza de hombre
que arrastra con su impulso de caballo
la ruina y el esplendor
de los tiempos
que hemos vivido en un instante.
Como si la palabra fuera agua originada
en el centro de un rio
y unas mujeres
lavaran ropa blanca en esas aguas,
al costado del mundo,
sin mirar la corriente
y la palabra,
convertida en sábana,
las protegiera.
Como si la palabra fuera agua que cae sobre un rio,
como un amanecer violento,
como un cielo al revés en donde alguien lanza
rayos de silencio.
Caerá la lluvia en mi jardín.
Tendré esta sed.
Caerá en los helechos y en las plantas,
y en cada elemento cotidiano.
Como si la palabra fuera un rio y ese rio surgiera
más allá del cielo.
Como si la palabra fuera una lágrima
o un fragmento de Dios
que cae desde el fondo
de nuestros ojos
y se eleva.
Enrique Solinas nacio en Buenos Aires en 1969. Es escritor, docente, traductor, investigador y periodista cultural. Desde 1989 colabora con publicaciones de Argentina y del exterior. Como investigador se especializa en Poesía Latinoamericana y en Antologías poéticas. Además forma parte de grupos de investigación en Literatura Argentina (CONICET) y en Literatura y Mística en el Simposio Permanente en Literatura, Estètica y Teología(SIPLET–UCA).
Autor de múltiples libros de poesía y narrativa. Por su labor literaria obtuvo varios premios, entre ellos, el 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación; el 1er. Premio Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993; 1er. Premio Estímulo a la Creación, Año 2000, Secretaría de Cultura de la Nación. Ha obtenido la Beca de Residencia Shanghai Writing Program 2014, otorgada por el Gobierno de China a través de Shanghai Writing Association y la Beca de Residencia Gôl Yazievi Writers Residency 2019, a través de Nilufer Municipality Libraries y el Gobierno de Turquía.
Su obra y forma de parte de antologías nacionales e internacionales, siendo traducido al inglés, al italiano, al portugués, al francés, al griego, al chino, al tamil y al rumano