Uberto Stabile, originario de Valencia, España, pero andaluz a base de costumbre, nos comparte sus poemas, donde reflexiona sobre la pertinencia – existencial, cultural y lingüística – del ser humano a un lugar geográfico.
En todas partes cuecen patrias
Uberto Stabile
Efecto llamada
Mi patria es pequeña para un hombre
va del 39 al 40 según el fabricante
deja huellas que borra la marea,
es como una casa abierta
sin puertas
ni ventanas que cerrar,
tiene la medida exacta
ausencias necesarias
y un dolor preciso,
no se conquista ni se defiende
es un tiempo compartido
soledad bien entendida.
Mi patria huele a bongo y danzón
es siempre Sur dondequiera que vaya
abierta en cada despedida.
Ven.
En todas partes cuecen patrias
Nací en Valencia
de padre italiano y madre gata
fui charnego en Bacerlona
polaco en La Mancha
y churro en mi ciudad,
me llamaron spagnoleto en Italia
y en la escuela macarroni,
en Andalucía soy «el que habla fino»,
gallego en Cuba y en México gachupín,
en Berlín me tomaron por turco
y en Brasil me hablaban en inglés,
a los rifeños les parezco muy blanco
y demasiado oscuro a la policía de Miami.
He vivido en dos países, siete ciudades y quince casas
de las que sólo conservo sonrisas
y algunas fotos apulgaradas de amigos y familiares.
Siempre vengo de lejos
y lejos voy
con otra lengua, con otra luz
y la patria en los zapatos
insumisa y diferente
para vergüenza de mis invasores.
Los chicos rebeldes
Los chicos rebeldes se han vuelto tiernos con la edad
se emocionan leyendo poemas,
circulan lento frente a los escaparates del pasado
han abandonado el gusto por las citas
y envejecen con cierta elegancia,
a sus novias ya no les dicen tías
les llaman corazón,
han aprendido a lavar la ropa, a planchar y a doblar
con cuidadoso acierto
cada uno de sus errores,
a los chicos rebeldes el amor ya no les quita el sueño
pero no podrían vivir ni un sólo día sin amar,
hacen trampas con el tiempo pero tienen los días contados.
Los chicos rebeldes saben que ya no volverán a caminar
sobre ninguno de sus propios pasos
por eso ahora cada caricia es siempre la primera
cada beso el último beso.
Ya no persiguen ni se dejan perseguir
son incómodos frente a la ambición
aman las causas perdidas
y nadan contracorriente.
Los chicos rebeldes con la edad toman pastillas que no les drogan
drogas que no les matan
y mueren un poquito cada día
sin perder ni ocultar
el brillo errático de sus miradas.
Los chicos rebeldes han aprendido a despedirse sin decir adiós
se van sin hacer ruido ni dejar rastro
solos, siempre solos
con el mundo dentro
Paisa
oye paisa tu compra algo mi
reló, gafa, goro
bueno, bonito, barato paisa
tu compra algo mi…
pero es que no te enteras…
no quiero nada de ti moreno
ya todo lo tengo,
tus bosques, tus minas, tus piedras
preciosas, tus negras
toda tu piel y sal
y los leones enjaulados
y los bancos de peces,
hasta el color púrpura de áfrica
-el cuerno de la abundancia –
lo tengo yo…
pero oye paisa yo amigo tuyo
yo sólo busca trabajo en españa
sólo compra algo mi
yo hambre, yo no casa
yo amigo paisa, mucho amigo
no negro, tu no amigo mío,
esta no es tu tierra
yo tengo ahora el tiempo
y el fondo monetario internacional
y todas, todas las malditas
organizaciones no gubernamentales
para lavarme la cara y el culo
y venderte como siempre
lo que antes ya era tuyo
oye paisa pero yo siempre bueno con tú
yo gusta barsa y pallea
y mucho toro en sevilla
yo sólo hambre paisa
mucha hambre…
eres tonto negro,
tu nunca amigo mío,
tu hambre me da de comer
tu sed llena mis piscinas
tu mujer calienta mi cama
tus heridas de bala las fabrico yo
yo soy tu virus del sida negro
yo soy el blanco
de todas tus pesadillas.
no paisa no
yo siempre amigo tuyo
yo cuida bien tu familia
yo sólo tener la vida,
mucho querer y amor
y sonrisas
sonrisas que paisa ya no tiene,
sólo eso paisa, la vida.
Los que aman no hacen pie
los que aman no hacen pie
agitan brazos como ramas
y son los primeros en hundirse
creen tocar el cielo
mientras el mundo alrededor
se hace inmune a su naufragio.
los que aman no saben decir adiós
mienten cada vez que se despiden
como la noche miente al día
pronuncian el deseo en cada gesto
temiendo que al doblar la esquina
el olvido les devore.
los que aman no calculan
viven empeñados en causas perdidas
las cuentas nunca cuadran
entre el debe y el haber se quedan solos
no hay ley que les salve ni condene
mueren cada vez que resucitan.
los que aman no hacen pie
se ahogan en su propio amor
felices sin saberlo
como gotas de eternidad.
Lost in translation
Son las cuatro de la madrugada en un hotel de las afueras de Bogotá,
cansado y atrapado entre ausencias,
pasajeros en tránsito y sábanas limpias
aquí, al otro lado del mundo que no conoces
mientras llegan correos al teléfono
y los recuerdos colapsan el buzón de mi noche americana,
desordenados mi equipaje, los muertos
los amores y la botella de ron vacía,
últimos alientos de este perro viejo
sobre la cama desecha y los emigrantes que regresan
con los sueños perdidos y los pocos euros
de un mundo que nunca fue mejor.
Me gustaría brindar contigo por algo
dejar esta habitación frente al aeropuerto
y salir a borrar la lluvia que me difumina,
hoy podría caminar en cualquier dirección
sin que nadie me tuviera que olvidar.
La señora del asiento de al lado,
una mujer teñida de mediana edad
y algo en los ojos
me pide las galletas que nos dieron en el avión
y vio como guardaba en la mochila,
y yo no tengo ya nada que pedir
si no son las manos justas
en esta mitad del viaje y del poema
para conquistar la paz en Colombia
en tus ojos, en el desliz de mis manos
que ya se van solas sin necesidad ni reserva.
Hay en esta habitación restos de otros vuelos que no llegaron
manchas imborrables de sexo y frío
la platica iluminada de los insomnes
el abrazo tierno de los vencidos,
y ahora también mi edad tardía
un poema que hace años no escribí
por ese mismo miedo que ahora cede
frente al tiempo que lo atraviesa.
Aquí estoy amor, llamando a la puerta
para saber si tenemos la misma hora o solo andamos
perdidos en alguna conexión.
Uberto Stabilenació en España en 1959. Poeta, editor, traductor y gestor cultural. Director de Edita, Festival Iberoamericano de la Edición, la Poesía y las Artes de Punta Umbría y del Salón del Libro Iberoamericano de Huelva. Fundador de la colección de poesía bilingüe y del encuentro hispano-luso de escritores Palabra Ibérica. Ha recibido el Premio Valencia de Literatura y el Premio Internacional de Poesía Surcos. En la actualidad dirige y edita la colección Garvm Poesía y la revista de poesía Alameda 39. Autor de doce libros de poesía. Poemas suyos han sido traducidos al italiano, portugués, inglés, búlgaro, turco, lituano, catalán y francés. Colaborador de las revistas mexicanas La Otra y Generación. Desde el año 2018 la Universidad de Huelva acoge el Fondo Uberto Stabile con más de 11 mil publicaciones de carácter independiente y contracultural publicadas en el último medio siglo y donadas por el autor.