Les compartimos la presente selección de la destacada poeta checa Viola Fischerová. La traduccción es de Teresa Amy. Los poemas forman parte de la antología Poetas checos, publicada por La Otra en 2017.
Personaje en la noche
Viola Fischerová
Calle del mediodía
abre bruscamente
hacia el final
Niños de otro planeta
jóvenes extrañas de hermoso rostro
el muchacho tras la balaustrada tomado en su intimidad
como al interior de un camafeo
La vejez no es una virtud
para la mujer
los hombres prefieren no volverse
Con la joya conquistada estoy allí de pie
en medio de lo invisible
A Marta Železná
Luego un día en una plaza
de aldea matinal y de domingo
su cabeza es tomada de pronto
al punto que ella ignora
dónde y cuándo
ya en blusa y sombreritos infantiles
una pared deslumbrante
enfrenta al sol
y al fondo del pasado comienza
el instante de felicidad futura
en la plaza de la aldea matinal
Y sus caminos ya no guían
pero los días caen tan brutalmente
de rodillas
ante el muro del borde del jardín
donde la piedra cuajada restituye cada noche
la claridad calurosa seca
de la infancia que ella maldijo
y de la madurez
de que recela apenas
Y a lo largo de los caminos
huesos ennegrecidos cubiertos de espumas
Los muertos han subido para abrirse
en coronas donde lejos del sol se puede
construir entre las ramas el piso de una habitación
que ellos habían buscado
sin reposo desde la infancia
El enigma cerca del alba…
… aflora en la penumbra
El suspiro eco del estertor
estrecha el aire
en la garganta del que duerme
Sombríamente en dos
una nube hiende
la luna llena
La claridad que sube
sin embargo
no es más
que la que cae
Oh mi amor
… en la cima de lo irremediable
está todavía ese prado que se corrompe al sol
y ese perro hirsuto
que por el hilo
retiene la cometa antes de que se estrelle
Comemos
en los platos…
… que ellos abandonaron
llevamos su reloj
sus joyas y sus jerseys
Vivimos en sus casas
Y en aquellas que habíamos dejado
Nosotros somos aquellos que se fueron
Casi no te calmaré
no pasarás…
… como una angustia o una risa
Para siempre en la piedra del fondo del lago
se acuesta para morir el saurio extinguido
posa las alas
la transparente libélula
Para Hana L.
Me escribes
que tan sólo a la entrada
miras el espejo
Que estás ajada
Sola en tu casa
bailas toda desnuda
duermen tus demonios
Vas a menudo
al teatro
E incluso rechazas
a mi hermano
que tiene mis ojos
y mi buen carácter
Ah todavía una vez
encontrar el coraje
para decirlo todo
de esos cincuenta años
durante las noches pasadas
en un único abrazo
en que no nos conseguimos más
la una a la otra
La espada de madera del samurái, manuscrito
Incluso yo ahora
en un mismo cuadro
con los muertos.
Adivino
lo que fue
brisa, sombra, personaje en la noche,
me rememoro
en los reencuentros
futuros,
relámpago
y sollozo.
Evocado lentamente
lo que fue blanco
parecía negro
y viceversa.
Existencia
apenas consumada
ya indescifrable.
Traducción de Teresa Amy
Viola Fischerová (Brno, 1935 – Praga, 2010). Con estudios de lengua y de historia, trabaja en edición y en radio antes de su exilio en 1968 y su estadía en Suiza y Alemania Occidental, de donde regresa a Praga en 1994. Marcada tanto por la diversidad de sus tentativas de sobrevivencia como por dramas íntimos (el suicidio en Suiza de su primer marido y la dolorosa agonía del segundo), su poesía tardía es el centro de gravedad de toda su obra. Minimalista y sutil –todo se juega a un matiz– logra imprimir un eco universal a las más íntimas confrontaciones del autor con la muerte y la huida del tiempo. Su primer libro es de edición tardía (Réquiem por Pavel Buksa, de 1993), pero enseguida publica tres poemarios con una diferencia de pocos meses entre uno y otro y luego edita con un ritmo bienal. Obtuvo dos veces el premio Magnesia Litera: en 2006 por ¿Qué le dijo al hastío? y en 2010 por Una casita en el viñedo.