Les ofrecemos una selección de poemas de Vladimíra Cerepková, destacada poeta checa, cuya poética es “un ejemplo de cómo la poesía occidental comenzó a influir en la lírica tradicional checa”, según la definición de la traductora Teresa Amy. La presente selección forma parte de la antología Poetas Checos, publicada por La Otra en 2017.
Las viñas atraviesan el país
Vladimíra Čerepková
Paranoia
Las puertas son de madera silenciosa transparente
Las congeladas llaves extrañas cerca del corazón
El regreso es una celda cruel
suelo verla
en el mapa
diferente en medio de las otras
Cuando el miedo me haya carcomido hasta el hueso
quedará la espera
de la infancia
con un dedo apuntando
sobre mí
En la tarde
Llamas a tu vieja gatita
sin embargo la boca está sucia y temblorosa
Una gallina verde merodea alrededor del edificio
¿Quién tendría miedo en una cama abrigada?
Susurras a tu vieja gatita
y a veces te parece
que ella abre a medias sus ojos semi muertos y
responde Gatita
Estamos acostados embozados en los acolchados a rayas
debajo la carne está gris y sudorosa
la vena de tu pierna penetra en el jergón
La gallina verde se asoma por la ventana entreabierta
Espera
Las viñas atraviesan el país
Un vino cubierto de polvo exhala el pesado olor del vómito
El vagabundo aprieta su cuerpo contra el árbol
después bebe hasta el dolor un jugo viscoso
El cielo se da vuelta el vagabundo se encuentra
sobre su cabeza en el centro de una ciudad antigua
Mujeres pesadas acechan en los viejos pabellones
utilizando sus pesados senos como carnada
Las mamas pendulan enormes se balancean blancas
arriba de la vía pública
Una liga negra libre como un pájaro
se sienta en la corona de un árbol
Con la bragueta abierta los hombres erran por los parques
y sus ojos brillan con un reflejo verde
Arriba de la vía pública oscila una cuna
llena de niños
Una enorme mama hace beber al otro
El vagabundo saciado se levanta
al pie del esbelto árbol
un camino infinito y desierto
surge de sus ojos en el paisaje
Teléfono
Él parte de los cuadrados y de los rectángulos hacia el pálido mar
y ayudado por los bañeros divisa la llegada de las olas tardías
en cada grano de arena reconoce el trilobites histórico
y con la caracola al oído telefonea a casa
La voz (ese grito vano en el desierto)
es interrumpida sin cesar por las noticias climatológicas
de su casa resuenan las condiciones del viento
La voz familiar anuncia subrayando cada palabra
los grados indicados por el termómetro
A su tiempo los senderos se vuelven púrpura y los pájaros emigran hacia el sur
porque la hora de las heladas ha llegado
El auricular lanzado al mar enfurecido
responde a todos los que aguardaban
El ciervo
Tocas el clarín y la pierna desnuda se tropieza en el bosque
avanzas –de perfil– con el deseo
de haber merecido una hoja de helecho
Aquí (palabra siempre incomprendida)
aquí llueve follaje sexual de manzano
una vez más
vamos a dormir sensatamente
a través de toda la casa se agitan los arándanos
Deslavado
Pondré a secar de todos modos el azul pálido
luego voy a lavar el claro
la claridad se ha opacado
con temor
cayendo sobre un viejo indicador de caminos
claridad y perfume
algo de blanco sin duda
el azul claro, por su parte, se deslavó
Sobrepasar la ola
De nuevo al hogar
tal como fue esbozado
y en fin representado
Estoy en el hogar como nunca antes
corto el sonido
el programa celeste pasa siempre
nada de nuevo
que quedaría para dejar
Sueño
Me levanté me han saltado a los ojos
los verdes arreboles de la aurora en un cara a cara
en otras ventanas
alguien se levantaba durante los antiguos días
era yo misma
cuidada como una imagen de calendario
y partía de viaje justamente desde allí
calcando mi pulgar sobre la cosa administrativa
me sentía como montañas violetas
de los tiempos prehistóricos
Para Eva O.
No me hables como a un muerto
no hables conmigo como si fuera difunta
háblame, habla conmigo
como si no hubiera nacido
háblame como si fuera árbol
Surges de mi cabeza
Ningún camino nos llevará
a través de nuestros estados de alma
toda la casa suspira
yo escribo ante todo
con un lápiz de madera
muy pronto muñón
Traducción de Teresa Amy
Vladimíra Čerepková nació en Praga en 1946. Apenas salida de una adolescencia agitada, las lecturas públicas de sus poemas son acogidas en Praga como un acontecimiento. Uno de los ámbitos en los que se desarrollan sus presentaciones es el de los locales de jazz del circuito off que tiene su edad de oro en los años de la Primavera de Praga. Se la suele considerar un ejemplo de cómo la poesía occidental comenzó a influir en la lírica tradicional checa, principalmente desde los años sesenta y en especial mediante el impacto del movimiento beatnik estadounidense. Poco después, en 1968, deja Bohemia para ir a Francia, donde –según las reseñas sobre la evolución de su trabajo– sus textos experimentan una transformación, volviéndose más melancólicos. En gran parte inéditos hasta una época reciente (luego de su primer libro, editado en 1969, no vuelve a publicar en Chequia hasta 2001) sus poemas enigmáticos y simples revelan a la vez el encantamiento mágico de la receta de cocina secreta y de la confidencia espontánea.