La escritora mexicana, Liliana Blum (Durango, 1974) publica su tercera novela, Cara de liebre, en la que indaga sobre los monstruos y lo monstruoso de la sociedad actual.
En el nuevo libro, publicado por la editorial Seix Barral, Blum narra la historia de una mujer que nació “monstruosa” y se pregunta si eso la ha obligado a convertirse en un monstruo. En cada ocasión que Irlanda sale de cacería a La Cebolla de Cristal, un bar ficticio ubicado en Durango, baraja la posibilidad de darse la vuelta y regresar sola a casa a ver una película romántica. Pero no lo hace esta noche. De presa elige al vocalista rechoncho y de ojos azules de un grupo que nadie conoce. Al otro lado de la ciudad, una mujer —piscis, pintora en ciernes, con un trabajo mal pagado y un departamento minúsculo— busca obstinada al hombre que la dejó embarazada. Con estas protagonistas, la mexicana teje una historia de crueldades y valentías en la que la esperanza es una necedad.
La escritora trata de explorar en cada obra la complejidad de la violencia. Está convencida de que esa violencia es más proclive a explotar en México donde nueve de cada 10 delitos quedan impunes. “No es que nuestra sociedad se esté pudriendo, es que se han dado las condiciones para que los malos anden sin preocuparse de nada. Puedo tomar a una chica, violarla y tirar su cuerpo en una calle y ni siquiera la policía va a abrir una carpeta de investigación”, dice. “Quizás en Suiza hay el mismo número de hombres que querrían matar a las mujeres, pero saben que hay una alta probabilidad de que terminen en la cárcel. Entonces se detienen o, al menos, se lo piensan mucho. Y aquí se puede hacer lo que sea. Eso despierta lo peor de las personas. Es terrorífica la naturaleza humana”.
Fuente: El País