En octubre pasado, la tradutora española, Teresa Lanero Ladrón de Guevara fue anunciada como ganadora del premio de traducción de poesía italiana al español "M’illuminod’immenso". Les ofrecemos sus versiones de poemas de Luciano Erba y Pietro de Marchi, que fueron destacadas entre 183 trabajos, por el jurado conformado por Barbara Bertoni, Fabio Morábito y Hernán Bravo Varela.
M’illuminod’immenso
Teresa Lanero Ladrón de Guevara
«M’illuminod’immenso. Premio Internacional de Traducción de poesía del italiano al español» fue convocado por el Instituto Italiano de Cultura de la Ciudad de México, la Embajada de Suiza en México y el Laboratorio Trādūxit, con el patrocinio de Biblioteche di Roma. Los concursantes tuvieron que traducir "Gliireos gialli" del poeta italiano Luciano Erba y "La carta dellearance" del poeta suizo-italiano Pietro de Marchi, poemas que fueron elegidos por los organizadores Vanni Bianconi y Fabio Morábito. En esta tercera edición hubo 183 concursantes de 21 países distintos: Alemania, Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Italia, México, Panamá, Perú, Reino Unido, Suecia, Suiza, Uruguay y Venezuela. Una mención honorífica fue otrogada al trabajo de Jorge Yglesias García (Cuba).
Luciano Erba
Los lirios amarillos
Los muchachos que salieron en la mañana
de junio cuando el aire bajo los plátanos
parece dentro albergar otro aire
los muchachos que salieron de pesca
con un solo sedal pero provistos
cada uno de una cesta en bandolera
van ahora silenciosos en el trolebús
que se dirige raudo hacia la terminal
y sueñan de nuevo que Milán
tiene valles azules más allá del Castillo
donde saltan los peces en los torrentes.
En los prados queda algo de niebla
la tenca en su pozo de fango
se vuelve a dormir. Madrugadora
la carpa explora por las orillas
de un tranquilo canal. La carpa
es astuta y no pica jamás.
Los pescadores no tendrán suerte. Pero
al remontar los canales y las acequias,
de prado en prado, de hilera en hilera,
llegarán los muchachos donde es denso
el verdor de los regueros, donde amarillas
son las flores de los lirios y como espadas
las hojas cortan frescas corrientes
bajo la sombra de los sauces.
¡Llegarán hasta las flores lejanas
los pescadores sin fortuna
los muchachos de excursión por la llanura!
de Il male minore, Milán, Arnoldo Mondadori Editore, 1960.
Luciano Erba
Gli ireos gialli
I ragazzi partiti al mattino
di giugno quando l’aria sotto i platani
sembra dentro rinchiudere un’altra aria
i ragazzi partiti alla pesca
con un’unica lenza ma muniti
di un paniere ciascuno a bandoliera
in silenzio ora siedono sul filobus
avviato veloce al capolinea
e il sogno rifanno che Milano
abbia azzurre vallate oltre il Castello
dove saltino i pesci nei torrenti.
Sui prati rimane un po’ di nebbia
la tinca nella sua buca di fango
ricomincia a dormire. Mattiniera
la carpa perlustra attorno ai bordi
di un tranquillo canale. La carpa
è astuta e non abbocca mai.
I pescatori non avranno fortuna. Ma
risalendo i canali e le rogge,
di prato in prato, di filare in filare,
arriveranno i ragazzi dove è fitta
la verzura dei fossi, dove gialli
sono i fiori degli ireos e come spade
le foglie tagliano fresche correnti
sotto l’ombra dei salici.
Arriveranno fino ai fiori lontani
i pescatori senza ventura
i ragazzi in gita nella pianura!
da Il male minore, Milano, Arnoldo Mondadori Editore, 1960.
Pietro De Marchi
El papel de las naranjas
y con ardiente afecto al sol aguarda
Dante, Paraíso, XXIII, 8
Aquel papel de seda variopinto,
crujiente entre los dedos
de quien lo extendía, lo estiraba con mimo,
por las esquinas sobre todo, para levantar
bajo nuestros ojos un frágil cilindro,
una precaria torre y después incendiarla
con una cerilla, en la cima;
y nosotros que esperábamos absortos
para ver aquel sol de Sicilia
impreso en el papel elevarse
del plato con una ligera sacudida y
transmutarse después en vuelo trémulo…
Pero cuanto más subía más se consumía
y quedaba suspendido un instante en el aire:
un trozo de sol ennegrecido,
un fragmento de torre en llamas
cayendo de vuelta al plato;
y entonces, mientras revoloteaba aún
sobre nosotros el confeti de papel quemado,
incluso ya sin hambre
pedía otra naranja para pelarla,
imploraba que lo hicieran otra vez, que repitieran
aquel juego con el fuego.
de La carta delle arance, Bellinzona, Casagrande, 2016.
Pietro De Marchi
La carta delle arance
e con ardente affetto il sole aspetta
Dante, Paradiso, XXIII, 8
Quella carta velina, variopinta,
frusciante tra le dita
di chi la distendeva, la stirava con cura,
specie negli angoli, per innalzare
sotto i nostri occhi un fragile cilindro,
una precaria torre e poi incendiarla
con uno zolfanello, sulla cima;
e noi che aspettavamo intenti
di vederlo, quel sole di Sicilia
stampato sulla carta, sollevarsi
dal piatto con scrollo leggero
tramutantesi poi in volo tremulo –
ma più saliva più si consumava,
e, rimasto un istante sospeso nell’aria,
ecco un pezzo di sole annerito,
un frammento di torre in fiamme
ricadere sul piatto;
e allora, mentre ancora volteggiavano
sopra di noi coriandoli di carta strinata,
anche senza più fame
chiedevo un’altra arancia da sbucciare,
imploravo di rifarlo, ripeterlo,
quel gioco col fuoco.
da La carta delle arance, Bellinzona, Casagrande, 2016.
Teresa Lanero (Málaga, España). Realizó parte de sus estudios universitarios en Siena (Italia) gracias a una beca Erasmus. Desde 2013, año en que terminó el Máster en Traducción para el Mundo Editorial de la Universidad de Málaga, ha vertido al español más de treinta libros del italiano, inglés y francés,tanto de narrativa como de ensayo, para diversas editoriales.Entre otros, ha traducido a autores como Mario Praz (Unas tardes con Shakespeare), Annie Dillard (Una temporada en Tinker Creek, Enseñarle a hablar a una piedra) y Richard Powers (El clamor de los bosques, Orfeo).
Luciano Erba / Italia, 1922-2010. Se le considera una de las voces más importantes de la tercera mitad del siglo XX en Italia, que renovó las tradiciones hermética y realista de su país. La imaginación fantástica y la ironía despuntan en sus primeros libros, de los cuales el más importante fue, quizás, Il male minore (1960). El despliegue imaginativo sobre un fondo urbano justificó, al parecer, que algunos críticos lo vincularan al surrealismo francés, que casi no hizo mella en la poesía italiana. Otras obras de Erba son Il prato più verde (1977), Il nastro di Moebius (1980), Il tranviere metafisico (1987), L’ippopotamo (1989), L’ipotesi circense (1995) y Nella terra di mezzo (2000).
Pietro De Marchi / Suiza, 1958. Poeta, escritor y crítico literario. Es profesor de literatura italiana en la Universidad de Zúrich. Ha publicado tres libros de poesía, dos de narrativa y varios ensayos de crítica literaria. Ganó el Premio Schiller con Per Replica (2006) y el Premio Gottfried Keller con La carta delle arance (2016). Su último libro es Con il foglio sulle ginocchia (2020). Fue curador de la edición de Tutte le poesie de Giorgio Orelli (2015).