Sol Álvarez, investigadora y pintora mexicana, realiza un análisis formal de la imagen de la obra plástica del Arthur Miller, reconocido artista y arqueólogo estadounidense. La obra analizada forma parte de su exposición Decepción y verdad, la cual se llevó a cabo en la Galería de Artistas de Oaxaca, en diciembre de 2019.
Arthur Miller
Análisis formal de la imagen
Sol Álvarez
Nota de autor
Los fundamentos del diseño que se postulan en la Introducción y sobre los que versa el análisis formal de la imagen de las piezas de Arthur Miller en su muestra Decepción y verdad, que se presenta en el texto, fueron tomados de la obra Diseño visual, de Cinthia Maris Dantzic.(1) Los conceptos de la historia de la imagen visual fueron tomados del video de José Jiménez, ¿Qué es una imagen?,(2) así como de mis propios apuntes en aulas durante mi periodo como estudiante de la carrera de Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras, en la asignatura "Análisis formal de la imagen", impartida por mi apreciable profesor Tibor Bak-Geler, a quien agradezco sus invaluables enseñanzas.Una vez citadas las principales fuentes en esta sección se aclara al lector que se omiten las referencias de Nota a pie de página en el recorrido del texto y las excepciones sólo abundan sobre nociones del cuerpo central del análisis.
Introducción
Los fundamentos del diseño son la base de todos los medios visuales, se encuentran en el arte y en la pintura, que es el punto de interés del presente texto y su objetivo, que es el de realizar un análisis formal sobre la obra de Arthur Miller en su exhibición Decepción y verdad. Éstos poseen elementos básicos como lo son la línea, el tamaño, la forma, la textura, el equilibrio. Quizá estos elementos podrán carecer de relevancia cuando se encuentran aislados; sin embargo, al juntarse contienen, en su combinación, el resultado del proceso plástico del artista, es decir, la obra. Estos fundamentos nos permitirán entender cuáles son los recursos que empleó Arthur Miller en su labor creativa. A continuación se revisan, de manera conceptual, los elementos que fungen como la base del análisis de los subsecuentes capítulos del presente artículo.
La línea es uno de los elementos base de los fundamentos del diseño. Ésta es una forma que conecta dos o más puntos, puede ser delgada o gruesa, ondulada o irregular, lo cual le brinda la posibilidad de poder tener muchos estilos. Las líneas se encuentran de manera constante presentes en el diseño de obra de arte, muy en particular en el dibujo, en ilustraciones, en elementos gráficos como texturas y patrones. También se encuentran en las composiciones de texto, ya que pueden enfatizar, dividir y organizar el contenido, e incluso logran guiar el ojo del espectador. Así, al analizar la obra de Miller, más adelante prestaremos atención a cuestiones que caracterizan a la línea, como el grosor, el color, la textura y el estilo, estas cualidades conjuntas presentan un gran impacto desde el punto de vista de la teoría del diseño, para ello, se buscarán las líneas escondidas en el diseño para encontrar valores estéticos en la obra de Miller.
La forma, elemento esencial en la teoría del diseño, es un área bidimensional con un límite reconocible. Ésta contiene círculos, cuadrados, triángulos, entre los más básicos, y se dividen en dos categorías, la geométrica, que es regular, y la orgánica, en la que las formas son más libres. Se tomará en cuenta, en el análisis de la obra de Arthur Miller que las formas son importantes para comunicar ideas visualmente, ya que éstas se encargan de darle peso visual a la idea y la hacen reconocible. Gracias a las formas es que entendemos los símbolos, así como el arte abstracto. Las formas poseen un sinnúmero de usos, organizan y separan el contenido, y al crear ilusiones agregan valor e interés al trabajo plástico. Cuando una forma adquiere propiedades de la tercera dimensión la llamamos objeto, el cual puede existir en el mundo real o simularse pictóricamente usando técnicas para crear luz, sombra y perspectiva, con objeto de crear la ilusión de profundidad. En el ámbito del diseño bidimensional los objetos le otorgan un toque realista a la labor plástica; sin ellos, una pelota de goma que rebota es solamente un círculo o un edificio en tercera dimensión se reduce a una serie de rectángulos. Los diseños básicos utilizan técnicas para adquirir profundidad. En las composiciones el propósito de los objetos es el mismo, pero en una escala menor. Así, una sombra puede crear la ilusión de capas o darle a un elemento profundidad. La forma es una gran herramienta.
La textura, elemento base de la teoría del diseño visual, es la cualidad física de una superficie. Al igual que los objetos puede ser tridimensional y dar una idea de cómo se vería en la vida real. En la teoría del diseño la textura agrega profundidad a la obra y tacto a las imágenes planas; así, las formas y objetos pueden parecer lisos, rugosos, duros o blandos, dependiendo de los elementos. En la obra de Miller se detectarán texturas como imágenes de fondo, ya que esto agrega valor a su trabajo; éstas se pueden encontrar en sitios inesperados dentro de la obra, tales como fuentes irregulares o iconos sencillos. En la creación pictórica mediante los efectos de la textura el diseño puede cargarse o sobre cargarse de contenido visual.
El equilibrio, importante elemento del diseño, es la correcta distribución del peso visual, y puede verse afectado por muchas cosas, incluidas el color, el tamaño, el número y el espacio en blanco. Dominar el equilibrio implica operaciones conceptuales complejas; sin embargo, ello requiere de un elemento esencial, se trata de la intuición, y descubriremos la de Arthur Miller en el análisis de sus series de Decepción y verdad. En realidad, el mundo del diseño se encuentra lleno de manifestaciones de equilibrio; los diseños simétricos son iguales o similares en ambos lados de un eje. Los diseños asimétricos son diferentes y de la distribución y peso depende su equilibrio. La composición es equilibrada porque resalta las cosas correctas. En el ámbito del concepto del equilibrio se encuentra la regla de los tercios, la cual muestra la superficie de trabajo dividida en una cuadrícula de tres por tres y en la que el punto focal de la imagen se coloca cerca o sobre una de las líneas, lo cual crea equilibrio visual en relación con el resto del espacio encontramos este tipo de composición atractiva porque, según estudios, el ojo humano naturalmente sigue este camino cuando se escanea visualmente un diseño (de la línea de la izquierda, desde arriba hacia abajo hasta el cruce con la segunda línea y de ahí en diagonal por el centro hacia la derecha hasta el punto superior derecho de ese cuadrado central y de ahí hacia abajo por la segunda línea, hasta salir del espacio de la superficie).
Por último, los fundamentos del diseño van más allá de la pieza final. Lo importante es que el espectador de la obra de Arthur Miller, y lector del presente artículo, logre apreciar los detalles que conforman cada composición, a partir de su línea forma, tamaño, textura y equilibrio.
El proceso de abstracción en la imagen visual
Marco teórico
Con objeto de realizar un análisis formal de la imagen de la obra plástica de Arthur Miller, que conforma su exposición Decepción y verdad, la cual se llevó a cabo en la Galería de Artistas de Oaxaca, en diciembre de 2019, es que se establece la definición de ciertos conceptos de teoría de la imagen. Así, lo primero que resulta necesario dilucidar es la cuestión acerca de qué es una imagen, ante lo cual, a continuación se ofrece al lector una breve introducción que recorre el concepto desde un ámbito histórico; asimismo se aborda el tema de la relación de la imagen con la abstracción para llegar al tema arte abstracto que es la forma estética que predomina en la obra de Arthur Miller.
Pues bien, la imagen en la antigüedad griega se concibió como el uso de la representación sensible para evocar a un ausente o a un arte pasado. Éste es un concepto generalizado en las culturas humanas que habla acerca de la dimensión universal de la estética. Lo más importante es que la aparición de la mímesis implica, por vez primera, una abstracción de la forma en paralelo a la abstracción en sí misma, lo cual conlleva a la aparición de la escritura. La escritura alfabética es una escritura no jeroglífica, y por lo tanto no es eminentemente simbólica, como otras anteriores. El alfabeto griego sucede al alfabeto fenicio, que fue la civilización que lo inventó, lo cual significó en sí mismo un proceso de la forma abstracta de transmisión del lenguaje a través de la escritura. Esto es lo que propicia que en Grecia, a partir de un determinado momento se desconozca el valor positivo de la forma en tanto forma. En otras palabras, no se trata sólo de evocar el marco ceremonial o en aquel de las creencias míticas; sino que ahora lo que interesa es la representación formal de las apariencias.
Tan sólo por mencionar pasajes de la historia de las ideas filosóficas sobre la imagen tenemos: A Platón y la idea de la mímesis. A Aristóteles y la creación de la idea de arte. A Cicerón, experto en retórica, quien retoma a Aristóteles y habla del Imago, que no es la imagen del mundo exterior, sino la imagen de la mente que crea un mundo alternativo. A Plotinio. Al Neoplatonismo florentino, de León Batista Alberti. A MarcilioFicino y la idea de la imagen como reflejo de la voluntad de Dios. Al proceso, durante los siglos XVII y XVIII que elimina la idea de que la imitatio es algo mucho más amplio que la mera imitación.
Así llegamos, con la expansión del Romanticismo a una idea más amplia de la imagen. William Blake opinó que: "Las imágenes son porciones de eternidad que pueden ser vistas por el ojo imaginativo, el ojo capaz de captar la imagen de cualquiera, de acuerdo con la situación en la que vive". Es decir, a partir del Romanticismo se produce una recuperación de la capacidad creativa de la mente del artista, todo ello conducido por la capacidad máxima del genio creativo, es decir, de la potencia creativa del genio para fijar las imágenes representacionales sensibles de la experiencia de todas sus decisiones. Y recordemos a Octavio Paz y la idea de que todas las vanguardias artísticas son hijas del Romanticismo. En el siglo XIX se genera un continuo global de la imagen con la formación de las ciudades modernas. Al igual que en la polis griega de la antigüedad las imágenes surgen en las ciudades.
Una vez situados en el mundo moderno revisemos ciertas ideas relacionadas con la producción de la imagen. En relación con la producción tecnológica de las imágenes Walter Benjamin escribe La imagen en la era de la reproductividad técnica, donde habla acerca de la apropiación fetichista de la imagen en reproducción o copia. Marcel Duchamp quien establece que en lugar de "un hacer", el futuro del arte se sitúa como una elección e inventa el Ready Made: el arte se ha diseminado en el continuo global de la creación y ya no hay arte. Ya no se establecen diferencias entre imágenes artísticas y no artísticas. Lo importante es la elección de descontextualizar una imagen. La idea del arte mediante la intención de Telos, en griego, de objetivo o meta, que propone dejar de ver el arte con fines pragmáticos. Así, regresamos a los griegos y a la idea de mímesis, en una espiral dialéctica que deriva en el reconocimiento de la existencia de un trabajo artístico y filosófico a la par. En la actualidad se busca una dimensión sensible y conceptual de la verdad en contraposición a la apariencia. Andy Warhol escribió su Discurso de Aa B y de B a A, donde emite que la ficción supera la realidad y que la realidad parece ficción. Y sobre el arte abstracto tenemos la cita de Clifford Still: "Las exigencias de comunicación son tan temerarias como desdeñables. El espectador aceptará como normal lo que sus temores, sus esperanzas y su formación le enseñen a ver".
Decepción y verdad
Análisis formal de la imagen
Los besos de Judas
En el plano que abarca la superficie rectangular del fondo del fondo aparecen sobre puestas líneas en escala de grises y negros apuntando hacia diversas direcciones, efecto que crea la existencia de múltiples puntos de fuga. En el siguiente plano de la composición, siete pequeñas áreas dispuestas en diversas áreas, sin jerarquía entre ellas, sino más bien dispuestas a manera de rizoma, las cuales se presentan como manchas de color que contienen dentro, a manera de marco con características de matices y texturas difuminadas, que parecieran transparencias biseladas que contienen dentro una forma figurativa, formalmente compuesta por motivos orgánicos, protuberancias abultadas en la parte superior, alargadas hacia los extremos izquierdo y derecho, y semicircular en la base, mismas que al margen de la interpretación formal de la imagen, que aquí se realiza, representan, en el ámbito retórico y simbólico de la imagen, a los labios de Judas que se contraen porque están lanzando un beso, y además, dirigido hacia el espectador. Estos elementos figurativos contienen la representación conceptual de la obra, que compone la parte figurativa de la obra. La primera parte es la abstracta, que es el fondo y que ocupa la mayor parte del cuadro, de la obra. La composición se despliega a base de dos elementos dicotómicos; uno, el fondo abstracto; el otro, la superficie figurativa. El primero que porta, carga o patenta el elemento conceptual que relaciona a la pieza con el título, un título que revela la clave, la llave que abre la puerta a la postura ideológica de su autor, Arthur Miller. La técnica que usó para lograr la representación de los labios es el collage.
Kiss
La plataforma del cuadro es una superficie en forma de rectángulo vertical de 162 x 130 centímetros. En la composición se distingue el fondo de claro tono, sobre el que parecen superpuestas varias rayas curveadas, orgánicas en tonos negro y sepia esparcidos por diversas partes de la superficie del rectángulo, creando una geografía, un ámbito geográfico. La composición se encuentra marcada por dos precisas líneas negras, perpendiculares, en forma de la letra T, que se localizan en la tercera parte inferior del rectángulo, las cuales, en el interior de sus perímetros forman dos cuadrados, el del lado izquierdo y el del lado derecho. Es importante subrayar que las líneas en dirección perpendicular y en forma de T no llegan a tocarse en lo que sería su punto de encuentro; unos centímetros antes se detienen, por lo que el espacio que dejan en el centro crea una visión óptica de fondo libre(3) (que funciona a manera de un punto de fuga que es "la nada", como un punto de fuga Zen) en el fondo, el cual, en esa área se presenta en tonalidades rosadas, rojas y doradas debido a que cuatro hojas de oro: una por debajo de los límites de las rayas negras y tres por arriba de éstas se dejan entrever mezcladas con las tonalidades del fondo. Justo en el centro, en el lugar donde ópticamente y por deducción, reconocemos, como el centro de la T; ahí, Arthur Miller colocó, a manera de collage un símbolo figurativo que representa una boca(4) conformada por sus labios carmín y dientes blancos, los labios sonríen al espectador, parecen de mujer. Cabe, por último, acotar que los labios son minúsculos comparado con el resto de los elementos.
From Russia with love
Este cuadro presenta una plataforma rectangular apaisada de 130 x 162 centímetros. Los materiales de los que se compone son acrílico y papel sobre tela. En su composición, la pieza se encuentra determinada por la combinación plástica de tres elementos esenciales. El plano de fondo que presenta extensas manchas en diversos tonos y matices claros, acuosos y líneas que resaltan por sus largos y determinados trazos en acrílico negro. Tras las manchas y líneas se entrevé otro fondo, uno más lejano y más claro: el del lienzo blanco. En este mismo plano, al centro y ligeramente cargado hacia la esquina izquierda inferior (visto de frente al espectador, siempre), con el mismo tipo de línea se dibuja un semicírculo; su lado cóncavo apunta hacia la izquierda del rectángulo, y dentro de su parte interna, convexa, el gris es más oscuro que las demás manchas del resto del rectángulo.
Follow the Yellow Brick Road
La plataforma de la pieza es un rectángulo apaisado de 130 x 162 centímetros. La composición radica en una serie de líneas horizontales amarillas sobre un fondo negro. Las líneas van de lado a lado. Son quince, en total. Las tres líneas superiores y las tres inferiores se encuentran más separadas entre sí que las nueve intermedias. En el plano que sobresale hay una línea diagonal roja y atraviesa angularmente la mitad inferior del rectángulo. Existe un plano que presenta la técnica de collage y es figurativo; se ubica en la esquina derecha inferior de la plataforma rectangular. La figura que aparece representa unos labios rojos sonrientes flanqueados por una caricatura.
Conclusiones
La obra de Arthur Miller presenta una relación y una respuesta directa, estética, por supuesto, con la presentación formal de las apariencias, misma que surge en el ámbito de la antigüedad griega, ya que en su obra evoca los inicios del uso del logos en el arte, y en su caso, en el lenguaje pictórico y su conocimiento como antropólogo. Por lo tanto, establezco que Miller hace uso de una de las primeras formas de uso de la imagen mediante el logos, genealógicamente hablando.
En relación con los postulados del mundo moderno sobre la idea de la imagen la postura de Arthur Miller busca una dimensión sensible y conceptual de la verdad en contraposición a la apariencia. Por lo tanto, dándole vuelta a Platón, establezco que hay que Miller es un gran buscador de la verdad y por los tanto es un filósofo plástico que maneja un discurso teórico y visual de descontextualización de la imagen.
La obra de Arthur Miller presenta un flujo de búsqueda, encuentro y formación continua en el ámbito estético. Su riqueza se presenta en todos los planos posibles formales en la imagen: en los fondos, las líneas, las formas, las texturas, el equilibrio; así como en su manejo de los principios más elaborados en cuanto a su diseño visual, a su manejo del contraste y la armonía.
Hago mía, a manera de cierre, la serie de preguntas que postula Cinthia Maris Dantzic en su obra Diseño visual. Es la siguiente: "¿Qué tan importante es planear un significado de cada imagen que uno realiza?, si cada obra produce una respuesta particular en cada observador, ¿es esto siempre un objetivo razonable? ¿Hasta ante la misma obra, no responde cada espectador de manera diferente, en momentos diferentes y bajo circunstancias diversas?" Y así dejo abierta la reflexión, sobre la obra analizada, de Arthur Miller, de su exposición Decepción y verdad.
Fuentes
Burke, Edmund, Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello (1757), Estudio preliminar y traducción de Manene Gras Belaguer (1987), Segunda edición, Colección Metrópolis, Editorial Tecnos, Madrid, 1997.
Jiménez, José, ¿Qué es una imagen?, en https://www.youtube.com/watch?v=Mhy40SRQuQg, presentado en YouTube y consultado el 4 de noviembre de 2020.
Maris Dantzic, Cinthia, Diseño visual. Introducción a las artes visuales, Revisión técnica de Arturo Rodríguez Döring, Primera edición, Trillas, México, 1994.
Moles, Abraham, "La imagen como cristalización de lo real", en La imagen, Trillas, México, 1998.
Sol Álvarez Sánchez nació en la ciudad de México en 1969. Radicó, durante la década de los años ochenta en Francia e Italia. Es licenciada en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestra en Semiótica aplicada a la imagen por el Instituto Cultural Helénico. Se formó desde muy joven como editora en Juan Pablos Editor y ha trabajado en el área editorial y en el de iconografía en diversas publicaciones del campo de humanidades y arte para diversas editoriales de la ciudad de México. En 1997 entró al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) y es investigadora de artes plásticas, del Centro Nacional de las Artes (CNA), del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Desde 2011 realiza pintura y dibujo.
1. Cinthia Maris Dantzic, Diseño visual. Introducción a las artes visuales, Revisor técnico: Arturo Rodríguez Döring, Primera edición, Trillas, México, 1994.
2. José Jiménez, ¿Qué es una imagen?, presentado en YouTube y consultado el 4 de noviembre de 2020.
3. El espacio en el cuadro, al que llamo "libertad de fondo libre" y que funciona como un punto de fuga Zen es el símbolo del "yo superior" de Arthur Miller, de donde él proviene y donde se origina su iluminación artística. He puesto este comentario como nota a pie dado que una de las características del análisis formal de la imagen es la exclusión de paralelismos, metáforas, símbolos. Aquí se trata más bien de contraer una postura aristotélica: las cosas como son (y me rebato en ironía a mí misma: son como las percibimos, diría Platón).
4. Me doy licencia, en este análisis formal de la imagen, y sólo debido a la existencia de un elemento figurativo que lo amerita, de entrar en el terreno de la semiótica aplicada a la imagen visual: resulta imposible la explicación de la obra y su relación con el título de la misma sin recurrir a esta herramienta.