Roberto Acuña. Poemas de Fosa Común

roberto-acunaPoeta y académico, Roberto Acuña viene de publicar su libro Fosa Común. De esta obra ha elegido cuatro poemas que aquí nos comparte.

 

 

 

ROBERTO ACUÑA
CUATRO POEMAS DE FOSA COMÚN

UNO ES EL HOMBRE
                      a Ismael Santiago Rojas

Juntan las sombras
arrejuntan la carne
El hombre y la tierra son lo mismo
Todos los cántaros se rompen
a la orilla del agua
todos los cuerpos flotan al ahogarse
Sólo los peces
nadan entre muerte y olvido

Todo barro necesita del tacto para romperse
todo barro se quiebra sin agua
Los fragmentos acumulan memoria
De dolor en dolor se rejuntan
Se reconocen en el recuerdo
en el pedacito de luz
en la risa que poseyeron antes del miedo

La carne mutilada no olvida que fue cuerpo
El sudor escurre en la dicha y en la desgracia
El cielo es uno
El infierno es uno
y uno es el hombre
vivo o muerto
Uno es el hombre después de herido
Uno es el hombre
aunque nadie sepa dónde quedó
el cuerpo de ese hombre

PARQUE DE DIVERSIONES

Los niños arman a punta de metralla
su propio vacío
juegan al amor o a los quemados
en un parque de bombas y esqueletos
juegan a las escondidillas
en un trigal de tigres
y de niñas violadas y abandonadas
en el cepo abierto de su carne

Las miro
no parecen su muerte
las miro
contaron una dos y mil veces mil
Nunca las encontraron
Las miro
en la suciedad de mi rostro
y en las travesuras
y en el dolor de mis rodillas
Las miro
en las líneas de esta «metita»
que tracé con sus crayolas
las miro desde este juego
donde corro y me escondo
Corro y me escondo
Y espero como ellas
a que alguien me encuentre

ESTERCOLERO

Al aire
en jirones de voz,
mis gritos que no asientan en mi cuerpo,
mi cuerpo que no es aire
y quiere aire,
que no aciertan sus ecos una fuga,
desollados al lado mío,
           pobres ecos míos,
triturados míos en el tierno lodazal.
Al calor del estiércol bajo mi espalda
sus pezuñas,
mi carne en descarne,
sus hocicos sobre mi cara,
entre mi blusa.
Gruñen los cerdos,
                              gruñen
su negra baba bajo mi falda,
gruñen los cerdos,
                            gruñen.
Por el estercolero nadie pasa.

 

HUÉRFANOS

El cuerpo es un orfanato
donde los juegos y los niños se pudren
Contra la pared
la sonrisa
sobre la nuca
otra carcajada que amartilla
y extiende y prende sus tentáculos
entre el cuello y la cintura
sus tentáculos entre la boca
y las piernas de los niños
muy adentro
muy adentro
hasta ahogarnos la risa

 

BREVE SEMBLANZA
Roberto Javier Acuña Gutiérrez (Ciudad de México, 1981). Es escritor, tallerista, profesor universitario en las carreras de Comunicación y Letras Hispánicas en la UNAM. Entre sus publicaciones se encuentran: Tarde en recordar (UANL, 2017), Los ojos negros de la noche (Surdavoz, 2019), Regusto a diablo (2020, Tintanueva), Calaverio (2020, Cómics poéticos), El infierno es con nosotros (2020, Mantra). Algunos de sus reconocimientos incluyen en el 2012, el 1er lugar en el II concurso de cuento «La Ciudad Imaginada» (Gobierno del D.F, ediciones el Zócalo). Mención honorífica en el XI Concurso Nacional de cuento Beatriz Espejo (2012). En el 2014, primer lugar de poesía en el «XVII concurso de poesía: Décima muerte», organizado por la UNAM. En 2015 obtuvo el 3er lugar en el «Concurso de ensayo de literatura coreana. Cuentos de la noche escalofriante«(LTI Korea y Bonobos); 1er lugar en el concurso de crónica: «Crónicas de un virus sin corona» (UACM, 2020). Entre otros.