Vagabundo, de Rubén Macías

ruben-maciasPura López Colomé dice de este poemario y de este poeta mexicano, Ciudad Juárez, 1982: "Un poeta errante que sabe que, si sus torturas y tormentos no quedan por escrito, simplemente dejarán de existir, acaso junto con él."

 

 

 

Rubén Macías. Algunos poemas de Vagabundo

Fragmento del prólogo de libro Vagabundo de Rubén Macías: Pura López Colomé

Un poeta errante que sabe que, si sus torturas y tormentos no quedan por escrito, simplemente dejarán de existir, acaso junto con él.  Si no se nombran, no alentarán, mucho menos se resolverán. No quiere, se resiste a guardar silencio… Por otro lado, si pone veneno, toxicidad, a la punta de su lanza, esa palabra filosa se le regresará y se clavará al centro, llámese éste alma, corazón o existencia humana. El horror le carcomerá los ojos, de manera que todo lo que crea ver conduzca a la destrucción. La suya. La conciencia de su realidad y de todo esto (no estamos ante un psicópata, sino ante un poeta) se vuelve entonces un círculo vicioso que desea ser virtuoso, regresar a la claridad del principio, a la necesidad imperiosa de aterrizar la palabra, ponerla por escrito y al menos constatar su condición salvadora.

 

Poemas

 

1

tenemos esa manía de decir que todo termina
        los árboles
        el universo
        el amor

tenemos esa manía de sacar a los amigos de la morgue
de raspar los codos en un poema

        esta es la única manera que reconozco de engañarnos
        de hacer menos la muerte
        de extrañar menos el sexo

nuestros riesgos son tangibles
morir solos
quitar los cuchillos de nuestra espalda
y la maldita manía de decir que todo termina

 

 

2

he apagado el cigarrillo en la lengua
        dejando salir la alegría
        he cortado también la ausencia

tengo la desfachatez de decir algo
por ejemplo   veneno

        me aferro a salir con los zapatos
        de siempre   sin pisar lo que soy

ya no tengo  necesidad del olvido

        siempre he estado afuera   de ahí mi fobia
        a las cárceles   a mi casa

qué destino puede tener
la vida que no sea la muerte
el azar del amor y las soledades compartidas

 

 

3

yo nací con un montón de arañas acumulándose
        en lugar de un ángel

        tan simple  

pasaron el resto de los años entre las filas
de hospitales y amnesia de pastillas Prozac

juntando la pólvora en el campo de algodón
sacamos el pan duro de los botes de basura

no existe la miel bajo el oleaje de los árboles

        solo los niños de la tierra
        reconocen los días de sol

dejaron ir el último nombre interminable
nacimos con la cara y la cruz