CONFESIÓN DE LA LEONA
hay un animal en mi habitación
dando zarpazos en los poemas
rasgando mis estrías con
preguntas cauterizadas
palabras caminando a cuatro patas
escalando las paredes
arrastrando mentiras tentadoras
garras cruzando cosas dilucidadas
exorcizando mis instintos como si algo allí
poblase
mis ojos hacia la lluvia ácida de
desorden derritiendo todo lo que es
monumental
las paredes despojando el blanco reclamando
la desnudez de las serpientes
mi piel ardiendo de placer cantando la
desesperación de los signos postrados ante
el salvado de los colores de la voluntad
hay un animal en mi habitación bebiendo
de mi naturaleza
cabe en el hueco de la palabra naciendo
y muriendo sin cesar
hay más muerte en la vida que en
la propia muerte
ver todo por primera vez
olvidar todo por última vez
hay un animal en mi habitación y
no hay nadie más aquí
MARY SHELLEY
yo rueda muerta destrozando la feria
tú vendiendo cangrejo al
por menor de mi seducción nuestros
niños pidiendo el segundo caldo
de caña y tú llenando de
azúcar mi mala voluntad y oh
de mi obsesión por querer
diezmar tus intenciones yo
ojalá no pensara tanto en la estética
de mis finales yo quisiera
no vuelvas a visitar el sexo de los hombres
que tanto amé yo quería no me importar tanto
con la estética de estos sexos yo quería
quemar este deseo de no lograr de
beber ausencia de beber yo
quería no contaminarte con la
velocidad de mi señal de aire ahora
contaminando sin creer en esta
gente que necesita respuestas de mapas
espejos esa gente
que suaviza el verbo pero solo
rechina los dientes estoy hecha de aire sí, y
no me ate tu sudor con una vírgula
planto la promesa de amor en el elemento
tierra de tu mentira y guardo
encendido tu suspiro fuego nuestro
nube de ternura y hollín
existo en pedazos en grietas en la
metáfora perfecta donde todo vale
donde el autor nace en el pensamiento y se va
muerto porque es cuando abro la boca que
la cabeza viene rodando mi garganta-guillotina
mi corazón marát en el baño de sangre
denunciando la revolución del progreso y
de la autoría todo para ver cómo vendes
cangrejos al por menor de mi seducción por
un día más
CICATRIZ DEL DESEO
desencarnar el recuerdo yo
ya destrocé el sueño prohibido
resto inquisidor
mentes cuando juras que
me tragaste
yo sé el mí
muslo entre tus dientes
aferrada a la última chispa de
carne y desilusión
medio devorada
todavía hay mucho nervio
Júlia Moura (Brasilia, 1999). Está estudiando Historia en la Universidad de Brasilia. A través de su padre, escritor, se animó a sumergirse en el mundo de la literatura desde muy joven. Forma parte del “Colectivo Poético Assum Preto”, junto a otros artistas que tocan la vena de matices latinoamericanos, relacionándose tanto con el verso-arma como con el verso-azucena. Activista de la poesía, declara ser parte de esta lucha tan inútil que resulta imprescindible. Inédita en libro.