PRESA
si el arrepentimiento pudiera matar
no necesitaría explicar
nunca más esa quemadura
el agujero en tu blusa
nunca más el ruido que hace
mi lengua seca al recordar
y el shock de recordarlo todo
lo que me dijiste
aunque sea solo una palabra
una solo palabra: aquella
que yo no dije, la que insiste
en contener la muerte.
SÚPLICA A M.V.
ya no hay problemas para soñar contigo,
mi hermano de armas.
(sé que siempre intentas entrar
y eres atrapado por perros
por ratoneras
por pestillos y buitres
conoces el sabor de la cachaça
y revuelves la ofrenda
como diciendo que no te vemos
porque no queremos
tienes un corazón que no insiste
en el olor a cloaca
dos cabezas y una cola cortada
todavía no te rindes
de viajar conmigo
y me enseñas sobre lo oculto
que es volver cada vez
con ese sol en la cara)
en una de estas, cuando te perdemos
de nuevo –
¿cómo sabremos que encontraste
todo lo demás?
TODAVIA ME ASUSTO CON QUIEN TOMA MI MANO
I
Chico con el balón de fútbol,
déjame ir contigo
como una piedra en el zapato
recordándote lo que te molesta
al menos estaremos juntos
II
Chico parado en el cantero
tomando foto de flor
déjame ir contigo como una espina
al menos te recordaré que tienes
sangre
III
Caballero con traje frente al pequeño campo
tan digno es tu gesto de vender el maíz del día
déjame ir contigo
como una pizca de azúcar
al menos te acompaño
con la audacia de la primera droga
que sucia mi
sangre
Maíra Dal’Maz (1991) nació en Monte Dourado, en el interior de Pará, pero vive en Natal (RN), donde lee, escribe e investiga. Tiene maestría en educación y estudia doctorado en literatura comparada por la UFRN. Tiene dos libros publicados: Agouro (2021, Escaleras) y Ex-voto (2022, Urutau).