Soy libre
Soy libre
y no daré explicaciones…
porque no tengo que darlas
No me preocupa que lo permitas… o que no vuelvas a permitirlo
Cerraré mis ventanas y mis paredes
para que entre el sol de mi abril
y elimine todo lo que representa el miedo de mi alma y mi conciencia
para que crezca la rama de mis cantos
y cubra con su sombra las lunas por venir
y ofrezca luz y flores a las generaciones, a los pájaros, al sol
y teja la prenda de mis sueños
con dos hilos del orgullo y del esplendor
así no ocultaré mi identidad tras las palabras y los símbolos.
A mi padre
Es difícil hacer tu duelo padre
Es difícil hacer tu duelo padre
han pasado los años y las abundantes lágrimas permanecen en
los anhelos… las hojas… y el infortunio
Como ha tardado el poema en nacer
he colocado unas velas y hermosas rosas
al lado de una taza de té intenso
Todo llega menos la qasida
se disculpa sin explicar el motivo
entonces recojo mis pequeñas cosas, apago la luz de mi candil
Y rompo en llanto
*
La orfandad me dispersa como hojas de otoño
mientras rebusco mi poesía en las brasas, me aso como el pan
La edad son flores que la nostalgia desmorona en el jardín de un corazón apasionado
Hemos envejecido después de tu muerte, padre
Como han envejecido nuestros días, nuestros sueños y nuestra vida reluciente
Con tu ausencia la casa se ha hendido y hundido
sus puertas… sus paredes han menguado por carecer del cariño de tus manos
se ha convertido en ruinas que gimen entre los dientes de los años
Nos has dejado… sin nadie que nos apoye en los momentos de fragilidad
sin ningún corazón que nos proteja de nuestros miedos
mientras el viento está a punto de volar nuestro techo.
*
Recuerdo los días de profunda tristeza
ambos estamos lejos del camino de la reconciliación, negándonos siempre a ceder
de repente me echas de menos
y vienes a escondidas a colocar debajo de la puerta una tímida respuesta
por si entienda lo que significa el mensaje
Entonces despertamos como locos surgidos de las mil noches
para vivir… historias de los amantes en la vejez.
Señor
no heredé nada de mi pueblo excepto la destrucción
de las prendas de mi madre solo una parte de su velo
y la advertencia del abuelo: hija mía
nunca te dejes arrastrar por la deshonra…
Tenía yo, señor, una pequeña cabaña
rodeada de olivos como pestañas cortesanas que acaricia la fragancia
en el centro un pozo con agua abundante
que riega los corazones de barro, toda la hierba… y cada ave.
pero tus soldados, príncipe,
convirtieron la cabaña de la juventud en una tumba que gime y se lamenta
destruyeron el sueño en el que compartía la almohada y la cama
y el pueblo virgen se convirtió en un templo sin alma ni sentimiento.
Šaḏirāt min ḏātī (Fragmentos de mí misma), Numidia, Constantina (Argelia) 2014. Traducidos por Souad Hadj-Ali Mouhoub.
Aicha DJELLAB (1967) empezó a escribir poesía siendo alumna de secundaria en la sección Artes y Filosofía.
Aunque interrumpió sus estudios, su interés por la poesía, especialmente la poesía clásica árabe, le permitió adquirir experiencia en materia de estilo y elocuencia.
Sus críticos que reconocen su notoriedad poética dicen que ella pertenece a “dos generaciones: la generación de la élite y la generación de la juventud” ya que empezó a destacar en los años 1980, siendo ella una joven adolescente, mediante la publicación de su primer conjunto de poemas en periódicos nacionales y su participación exitosa en distintos certámenes y concursos.
Su carrera se consolidó aún más cuando empezó a publicar a partir de 2014: Šaḏirāt min ḏātī (Fragmentos de mí misma), 2014. Nūn an-našwa (La N del éxtasis), 2019. Safer fī u’yūn barbariya (Viaje a través de unos ojos bereberes), 2019. Tāa At.taanīṭ (La letra t de la feminización), 2020.