Poesía escrita por mujeres:
Beatriz Saavedra Gastélum

Cicuta de tiempo

Dialogo con los muertos
para ver al otro lado como un ciego,
recorro la senda indescifrable
prisionera de mi cuerpo,
de esta sombra que me busca en la memoria.

De algún modo dispongo mi esqueleto
en el intrincado paso de imágenes y nombres,
pero sueño también
y me revelo
en la desmesura del instante,
en la cicuta del tiempo.

Bajo el sigilo de la acera
escucho el resonar de un diálogo involuntario,
la ociosa espera
para moverme en la vasta noche silente
y olvidar el sueño último,
el polvo de universo intolerable
que acumula el pasado
esa luz que se apaga
trazando voces desde otra puerta.

Son las mismas caras,
rostros fugitivos comiendo el pan de otros
y en su sopor infinito
penetran mi infatigable desnudez
en transparencia.

 

Los otros

Son los otros,
los subterráneos,
los que atraviesan los ojos,
concentran alas o mariposas,
los otros,
que tienen el mismo sueño dos veces,
que se angustian de despertar solos,
hundidos en la carne del otro por no ser uno mismo,
ser la piel del otro,
del que habla,
del que recoge disperso las caricias
para morir después,
asumirse a la intemperie de los otros,
que son uno,
con la única palma de la mano en la tierra,
en la esfera firme donde los hombres
aparecen con el sol
para volver a ser otro.

                             Yo te sé.
                             Tú me desconoces.

 

Frutos nocturnos

Debiste darme las ropas del polvo,
ese ciego de huracanes que cierran las puertas
para renovar el asombro como un temblor involuntario
y tirarme de a loca.

Debiste dormir entre mis frutos esa noche,
pasar tu cabeza entre el nudo imposible de mi sombra,
enterrar la nostalgia que el hogar aglutina impunemente.

Es que dios se descuida
cuando decimos en silencio
o en voz alta la caricia
y sedientos
desquebrajamos
el grito primordial entre cuerpos.

Librados suscitamos el asombro
o la certeza,
la natural generosidad que propicia
amarnos libremente.

El vértigo del caos
cierra la boca a nuestro abismo,
después,             incandescentes
caminamos bajo su luz perfecta.

Ardemos como una sola brasa
en el lamento de ciegos primitivos
con la única conciencia
que sostiene nuestros pasos.

No hay ya distancia
ni confusión,
sonido o movimiento,
la hora es precisa mientras la sangre
reconoce todos los huesos.

La fatiga engañosa nos ahoga,
el cansancio
o el miedo de perder los cuerpos.

Brutalmente nos encerramos
a nuestra permanencia,
nos empapamos los ojos
en la agitación del deseo
para mover las direcciones,
la transparencia en la humedad
del cuerpo futuro,
cuerpo nuevo, imperativo,
sin mentiras bajo la lengua
mientras la piel expuesta contrarreste
la entonación de los desnudos,
perfectamente desnudos
para que las aves emprendan el vuelo
antes de despertar en cada pulso a la conciencia.

Oculto el alarido,
en todas las esquinas se escucha el soplo,
la grieta inicial donde el susurro se infiltra
en la punta de la lengua,
a veces
en el invencible infortunio que es vida.

Concentran las alas su presencia
en vapores subterráneos.

Tengo a la delicia en vuelo vigoroso,
a la anchura catedral
en combate de asfixias.

También
temo reconocerme en infinitos,
amanecer con su luz en los párpados
tras la pequeña muerte.

toda la tierra,
todo el porvenir,
la fortuna
y el sueño final de la batalla.

 

Beatriz Saavedra Gastélum (Culiacán, Sinaloa, 1971), es escritora, investigadora, poeta, ensayista. Maestra en Letras por la Universitat de Barcelona. A la fecha tiene más de veinte libros de poesía publicados, como Sueño obscuro que somos, Luz de otra sombra, Engarzados o recursos del olvido, Mi cielo y Al filo de tu piel. Su obra ha sido incluida en un gran número de antologías, revistas, periódicos nacionales y extranjeros. Dirige el taller de creación literaria “Alicia Reyes”, en la Capilla Alfonsina del INBAL, el ciclo de conferencias “Poéticas de la inteligencia”, en el Museo de la Mujer, UNAM; y el ciclo Poesía en voz de sus autoras. También es creadora y directora del Festival Internacional “La Mujer en las Letras”, Academia Nacional de Historia y Geografía, UNAM.