Alegoría de los esfínteres
Perdida la inocencia de solo un golpe
Decir al viento que me he ido,
que me voy.
Soy yo La Triste Niña,
La Caída una Noche de Abril.
Mis esfínteres dilatados claman libertad.
Se desenrollan y se aprietan.
Se envuelven en una danza henchida de impactos,
a empellones aprenden sobre el exterior,
severas contusiones les enseñan de libertad,
de apertura y división, de calambres extensivos.
Soy yo la cosa abierta,
La Que No Dice Nada Sabiéndola Llevar.
Mis manos crispadas a gritos se afilan:
del todo nacen las partes,
distendido el músculo revienta,
flor que sangra estrangulada,
de pétalos húmeda, penetrada,
convulse en la circunferencia.
La inocencia perdida –desaguada–
decir a todos que me he ido,
que los esfínteres me llevan redimida y mártir,
que me voy.
Soy yo La que Consuela,
y si mayor es el daño más profundo es el amor
y mis labios profanados buscan dedos sucios y basuras guardadas en la carne.
Ya de forma sostenida,
llegan las palpitaciones asombradas y arrítmicas,
cimbran el suelo que veo de frente.
Las tonalidades y texturas de las paredes se agolpan
y se comen los sonidos de aquel que –violento-
cree seducirme mientras ríe.
La implosión
Manos de fuego quise construirme
para venerarte cada noche.
Para después de la lucha
amasarme tibia y mansa
y pensar que mi vientre se consumía
con las luces de tu cuerpo
pero eras tú
que explotabas.
Quise llevarte a conocer el delirio.
Descubrir a tientas tu secreto,
para que llevaras contigo
de mi garganta
un ladrido,
o un pedazo de mi ingle
en el bolsillo.
Yo no sé de la condición humana
ni de esta locura que me afecta.
Nada sé de nada, Amor,
soy La Ignorante Universal.
Pero no llegué a matarte
ni lo intenté de cierto.
Quise sólo ver brillar tus ojos
con aquella rabia fugaz que me encendía
no sé qué en el interior del pecho,
o gritar en un idioma indescifrable
y pensar que voraz te inventaba un alfabeto.
En la transparencia quise conocerte.
Ciclo tercero de luna
La Desnuda sueña.
Duerme un pez girando en los anillos de Saturno.
Ella gravita cerca del techo,
oscila el hilo de plata que la resguarda del interno vacío.
Una gran ola incandescente
a torrentes le baña los pechos intactos
y orbitan sus extremidades rumbo al radiante.
No se puede tocar a La Desnuda.
El sopor viscoso del cuarto en penumbra reza:
“Sólo onanismo permitido”.
Los dedos de La que Duerme Levitando
transpiran un hedor a tres ciclos de Luna.
La han llamado Virgen del Cosmos.
La que Flota junto al Techo.
Se llueve santísima y dormita
la Desnuda Iluminada,
Milagrosa Fluorescente,
Poderosa y Voladora
Estruendo espacio
Apresurizarme.
Encontrar la partícula
que pueda discurrir
del Universo.
Va tomando forma
el vacío
la Nada a la Nada
Dejar que el disperso se infiltre,
arder uno.
Pasar de la alquimia al químico perfecto.
Dar con el secreto en la textura.
¿Qué importa
si la ausencia se va haciendo
mi estilo en la existencia,
la angustia recurrente?
Dejar el todo por todo.
Tropezar con el punto que da pie
a lo intangible,
al espectro del espacio
de uno a uno.
Cosmopolitan/Cosmos
Hielo en cubitos
45 ml de vodka
30 ml de triple seco
30 ml de zumo de arándanos
30 ml de zumo de lima
1 rodaja de lima (decoración)
Al interior de una coctelera hiera la tiniebla con luminosos cubitos de hielo y vea que esto es bueno.
Escancie también en este tarro las aguas jugosas del vodka y las áridas aguas del triple seco y vea que esto es bueno.
Agregue el zumo de los frutos del arándano y del limonero el oro dulce y vea que esto es bueno.
Vierta la mezcla en una copa de martini y decore con una rebanada de lima grande como una lámpara y vea que esto es bueno.
Descanse. Beba su coctel. Piense que tal vez no es bueno que lo disfrute solo.
Dulce Chiang (Ciudad de México, 1976), es poeta y gestora cultural. Ha publicado los poemarios: Versa per versa, Suculento ser, Elíxires de la embriaguez y Mala bar. Ha sido editora web de El Golem. Revista Literaria Digital (www.revistaelgolem.com), directora del Festival Internacional de Poesía escrita por Mujeres “Vértice Violeta” y del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, de la Coordinación Nacional de Literartura-INBAL en México. En otras actividades escénico-literarias, sus obras de teatro-cabaret han sido llevadas a escenarios nacionales e internacionales, entre ellos el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la Gallerié Constance en París y la Casa de México en Madrid.