Autopsia
I
las flores cambian lo íntimo: la forma del sol
las respuestas del cielo:
la tierra fértil es el centro de Dios
el cuerpo es una hoja seca
la última sílaba es “yo”
II
las espinas del perdón
el barro del pensamiento
la fría mordedura del ser
y la mirada pálida del animal
III
la huella
el pecado sin sentido
el desnudo
la piel impávida ante el silbido
ante la humedad
Triángulo nocturno
I
Mis pasos intactos como nubes muertas
la basura en mi tímpano
mi saliva en la piedra fecunda de la oración
y mi cartílago hendido en la arena
II
tú, madre
llanto de pobreza
dedo de caricia
fiebre de mis años
me dices con tu voz impetuosa:
“el perro está vivo, el perro ladra”
III
Tú, padre (todo)
mi especie consumada
luz de mi tronco
llegas en la última hora de mi hambre
Marías del Carmern Pingo envía dos poemas “Autopsia” y T”riángulo nocturno”, desde sus títulos permite adelantar su tema: dos trípticos sobre la muerte. Resaltamos el primer verso de “Autopsia”: “las flores cambian lo íntimo: la forma del sol” que es contundente e invita a continuar leyendo el desarrollo. La pregunta es quién es este “yo” que menciona al final de esta primera estrofa. Si bien el título implica una acción que amerita cierta indiferencia: abrir el cadáver de alguien, el poema, en su segunda parte, muestra la frialdad de la muerte: las espinas, el barro, la palidez de la mirada. Y donde se mezclan lo que se encuentra en el animal muerto, ese “yo”, con la naturaleza. La referencias son cristianas: el pecado, el perdón, Dios, espinas, barro hacen pensar en un cristo, pero no queda del todo claro.
Por otro lado, en el primer verso de “Triángulo nocturno”, se podría sustituir el comparativo por el verbo: Mis pasos intactos son nubes muertas, lo cual da una imagen de desierto con el último verso de esa primera estrofa. En la segunda parte, el último verso hace pensar en el dicho “muerto el perro se acabó la rabia”, pero el perro sigue vivo, la rabia está ahí. Si hay un reclamo velado a la madre, parece más directo al padre en el último verso de la última parte “llegas en la última hora de mi hambre”, es decir, tarde.
María del Carmen Pingo Alvarado (Perú), es estudiante de cuarto año de Periodismo de la Universidad Privada de Piura (Udep)